¿Qué son los huracanes?
Los huracanes son fenómenos que dan lugar a las tormentas más grandes y violentas de la Tierra con lluvias muy intensas y vientos muy veloces. Pueden durar varios días y extenderse sobre áreas mucho mayores que el tamaño de muchos países de América Latina y el Caribe. Su gran extensión los hace claramente visibles desde el espacio; ver por ejemplo la fotografía desde la Estación Espacial Internacional.
Los huracanes pertenecen a un tipo de fenómenos meteorológicos conocidos como ciclones tropicales, de los cuales también hacen parte los tifones y las tormentas tropicales. El nombre “huracán” se da a aquellos ciclones tropicales que se desarrollan sobre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico oriental. Como consecuencia de la rotación de la Tierra, los ciclones tropicales viajan típicamente de este a oeste, es decir en la dirección principal de los vientos alisios.
Los huracanes se forman con aire cálido y húmedo que gira y asciende alrededor de un punto llamado “ojo del huracán”. El “ojo del huracán” es una zona cerca a la superficie en donde la presión atmosférica es baja. Al ascender rápidamente, el aire cálido y húmedo se enfría formando nubes y lluvias intensas. El efecto combinado de estos procesos da lugar al movimiento giratorio, los fuertes vientos y las tormentas que caracterizan los huracanes.
Los ciclones tropicales no giran siempre en el mismo sentido. En el hemisferio norte los ciclones giran en el sentido contrario a las manecillas del reloj, mientras que en el hemisferio sur giran en el sentido de las manecillas del reloj. Este contraste se debe a un efecto de la rotación de la Tierra conocido como “efecto de Coriolis”.
Hay cinco tipos o categorías de huracanes que se definen dependiendo de la velocidad del viento:
Categoría 1: Vientos de 119 a 153 km / h : más rápido que un guepardo.
Categoría 2: Vientos de 154-177 km / h : tan rápido o más rápido que la bola rápida de un lanzador de béisbol.
Categoría 3: Vientos de 178-208 km / h : comparable con la velocidad de servicio de muchos tenistas profesionales.
Categoría 4: Vientos de 209-251 km / h : más rápidos que la montaña rusa más rápida del mundo.
Categoría5: Vientos de más de 252 km / h : cercanos a la velocidad de algunos trenes de alta velocidad.
Los nombres de las tormentas tropicales y huracanes se asignan según una lista que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) define para cada año (Tabla 1). Como regla general, las iniciales de estos nombres siempre varían en orden alfabético de la A a la W, de manera que la primera letra del nombre de cada tormenta tropical o huracán indica qué tantos eventos ha habido en una temporada. Cuando aparece una tormenta tropical se le asigna el primer nombre disponible de la lista, y conserva ese nombre si se convierte en huracán. Los nombres pueden repetirse con el tiempo, pero cuando los impactos de un huracán son excepcionalmente severos, ese nombre no vuelve a usarse. Por ejemplo, después del huracán Katrina de 2005 ningún otro huracán o tormenta tropical llevará ese nombre.
Tabla 1. Nombres de tormentas tropicales y huracanes definidos para la temporada 2020. Los nombres subrayados ya han sido asignados en lo transcurrido del año hasta la mañana de agosto 22.
1. Arthur
2. Bertha
3. Cristobal
4. Dolly
5. Edouard
6. Fay
7. Gonzalo
8. Hanna
9. Isaias
10. Josephine
11. Kyle
12. Laura
13. Marco
14. Nana
15. Omar
16. Paulette
17. Rene
18. Sally
19. Teddy
20. Vicky
21. Wilfred
¿Están cambiando los huracanes como consecuencia del cambio climático?
Uno de los impactos del cambio climático más esperados y preocupantes es que los eventos meteorológicos extremos se vuelvan más extremos. Hay mucha evidencia científica que indica que eventos extremos como sequías o tormentas se pueden volver más frecuentes, intensos y/o duraderos como consecuencia del cambio climático. Este tipo de eventos extremos suelen tener impactos sociales y ambientales muy adversos y severos.
Los huracanes están entre los eventos meteorológicos extremos que causan mayores impactos a la sociedad en la actualidad. Esto se hace evidente al recordar daños como los causados por el huracán Dorian en las Bahamas en 2019 (Figura 2) y el huracán Katrina en Nueva Orleans (Estados Unidos) en 2005 (Figura 3). Teniendo en cuenta esto, es muy importante preguntarse si el cambio climático está causando cambios detectables en los huracanes, y cómo pueden llegar a ser estos cambios en el futuro.
El IPCC usa las siguientes convenciones para referirse a la probabilidad de que un cambio ocurra en el futuro como consecuencia del cambio climático: “muy probable” > 90%, y “probable” > 66%. Usando estos términos y convenciones, los reportes del IPCC, así como la evidencia científica reciente revisada por un equipo de la OMM y publicada en una serie de artículos en el Boletín de la Asociación Meteorológica de Estados Unidos (Bulletin of the American Meteorological Society o BAMS), indican lo siguiente:
● Es muy probable que el nivel del mar siga aumentando como consecuencia del cambio climático, y que como consecuencia de esto se agraven los impactos de las inundaciones causadas por tormentas tropicales y huracanes.
● Es probable que aumente la intensidad de la lluvia causada por tormentas tropicales y huracanes, lo que agravaría aún más los impactos de las inundaciones.
● Es probable que aumente la intensidad del viento de las tormentas tropicales y huracanes, lo que aumentaría el poder destructivo de estos eventos extremos.
● Es probable que los huracanes muy intensos (categoría mayor o igual a 4) se vuelvan más frecuentes.
Los huracanes producen grandes impactos directos a través del viento. Los vientos huracanados pueden destruir elementos del territorio como infraestructura, cultivos y ecosistemas. Es común que cuando un huracán pasa sobre territorios densamente poblados o cultivados, los fuertes vientos causen muchos daños a viviendas y otras edificaciones o cultivos. Esto puede ocurrir incluso con huracanes de categoría 1 como Hanna en 2020 que produjo daños estimados en 350 millones de dólares [1].
Pero no todos los impactos de los huracanes se deben al viento. Las lluvias intensas suelen causar inundaciones rápidas que pueden ser muy destructivas. De hecho, los impactos severos del huracán Katrina en Nueva Orleans se debieron más a las grandes inundaciones que a los fuertes vientos.
El hecho de que los huracanes causan inundaciones implica directamente un riesgo por cambio climático. Uno de los síntomas del cambio climático más evidentes y mejor diagnosticados es el aumento en el nivel medio del mar. Con este aumento crece también el riesgo por inundaciones en regiones costeras y otras tierras bajas de los territorios.
Aunque no está del todo claro, ya existen algunas señales de que la exacerbación de los huracanes está ocurriendo en el presente. Estudios recientes han detectado una tendencia según la cual desde 1923 ha venido creciendo la frecuencia de grandes eventos de oleaje típicamente relacionados con la ocurrencia de huracanes.
De acuerdo con el Centro de Predicción del Clima de la NOAA (NOAA’s Climate Prediction Center), la presente temporada de huracanes va en camino de convertirse en la más fuerte jamás registrada. Según los pronósticos actuales, se espera que durante la temporada de 2020 haya entre 19 y 25 tormentas tropicales, de las cuales entre 7 y 11 sean suficientemente fuertes para llamarse huracanes, y de estos huracanes se espera que entre 3 y 6 alcancen la categoría 3 o superior.
Hasta el 22 de agosto a las 7:47 a.m., la lista de tormentas tropicales nombradas había alcanzado la letra M con la tormenta tropical Marco (Figura 4). Esto significa que en el 2020 ya se han desarrollado 13 tormentas tropicales (subrayadas en la Tabla 1), lo cual es un record histórico: nunca antes se habían nombrado 13 tormentas tropicales antes del 22 de agosto. Hasta el momento, de esas 13 tormentas tropicales, dos se han convertido en huracanes: Hanna e Isaías. Además, las primeras tormentas tropicales de la temporada ocurrieron en Mayo, o sea antes del inicio habitual de la temporada de huracanes que suele fijarse en Junio 1, y el 2 de Junio ya se había llegado a la letra C con la tormenta tropical Cristobal. Desde 1851 cuando hay registros, nunca antes se habían formado 3 tormentas tropicales antes de Junio 2. En conjunto, estos parecen indicios de que efectivamente la presente temporada de huracanes va a ser excepcionalmente severa, lo cual a su vez es un efecto esperado del cambio climático.
Una de las principales razones por las que el cambio climático puede exacerbar las temporadas de huracanes es porque éstos se “alimentan” de las altas temperaturas del mar. Las aguas superficiales del océano Atlántico, incluyendo el mar Caribe, están calientes en comparación con el pasado y esto proporciona energía para los huracanes. Mientras más caliente se encuentre la superficie del mar en el camino de los huracanes, más fuertes y persistentes se pueden volver éstos. Los colores cálidos en la Figura 5 muestran que las temperaturas superficiales del mar están por encima de los promedios históricos (datos para agosto 20 de 2020).
Un factor que podría agravar severamente los impactos de los huracanes es el derretimiento de los glaciares en Groenlandia como consecuencia del cambio climático. Este derretimiento se ha acelerado mucho recientemente; de hecho, desde que se mide en 2003, la mayor pérdida de hielo anual se dió en 2019. Si todo el hielo de Groenlandia llegara a derretirse, el nivel medio del mar aumentaría cerca de 7 m causando grandes impactos en zonas costeras alrededor del todo el mundo, y agravando también los impactos de las inundaciones causadas por los huracanes.
¿Hay riesgos en Colombia asociados a la ocurrencia de huracanes?
Aunque Colombia no está en la zona de tránsito principal de los huracanes como sí lo están las islas en el Mar Caribe, y las costas de México y Estados Unidos, el paso de huracanes por el mar Caribe ha impactado en diferentes ocasiones algunas regiones en el norte del país.
El huracán que mayor impacto ha tenido en Colombia es Joan que afectó principalmente a Riohacha en octubre de 1988. Aunque Joan se comportó como una tormenta tropical durante la mayor parte del tiempo que transitó cerca de Colombia, su paso cerca a la costa Atlántica produjo vientos con velocidades cercanas a 130 km/h y causó daños en vías e infraestructura debidos a fuertes oleajes e inundaciones, afectando a cerca de 50 mil personas [2]. El ojo del huracán Joan pasó a aproximadamente 78 km de la isla de San Andrés cuando ya el huracán había alcanzado la categoría 3 con velocidades del viento alrededor de 203 km/h.
En el año 2016, el huracán Matthew también ocasionó daños en regiones de Colombia como la Guajira en donde, de acuerdo con reportes de la época, las inundaciones asociadas con el huracán afectaron numerosas edificaciones.
En su reporte del día 21 de Agosto de 2020, el IDEAM recomienda al Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y a los Consejos Departamentales y Municipales de la región Caribe y San Andrés tomar medidas para evitar la pérdida de vidas humanas y bienes materiales con relación a la presente temporada de huracanes. Además le hace un llamado a la comunidad para estar atentos a futuros comunicados de alerta y considerar condiciones de riesgo asociados con el incremento del oleaje y del viento, la reducción de la visibilidad para la navegación aérea y marítima, y la posibilidad de fuertes lluvias y tormentas.
Colombia no ha sido tan severamente afectada por los huracanes a través de la historia como otros países alrededor del mar Caribe. Sin embargo, el cambio climático implica que tanto la fuerza de los huracanes como sus impactos pueden aumentar en el futuro, y Colombia no está exenta de verse afectada, especialmente en la costa Atlántica y el archipiélago de San Andrés y Providencia. ¿Necesitamos mejorar la capacidad de anticipar y actuar frente a los impactos de huracanes más fuertes? Los acontecimientos y la evidencia científica más recientes sugieren que la respuesta es sí.
Referencias
[2] Royero, J. C. O. (2012). Exposure of the Colombian Caribbean coast, including San Andrés Island, to tropical storms and hurricanes, 1900–2010. Natural hazards, 61(2), 815-827; https://razonpublica.com/los-huracanes-en-colombia/.
https://spaceplace.nasa.gov/hurricanes/sp/
https://www.sciencenews.org/article/predictions-2020-atlantic-hurricane-storm-season-worse
https://www.nhc.noaa.gov/gtwo.php?basin=atlc&fdays=2
https://www.nasa.gov/audience/forstudents/k-4/stories/nasa-knows/what-are-hurricanes-k4.html