El fenómeno El Niño actual comenzó en junio del 2023[1], sus condiciones se han mantenido en los meses siguientes y sus mayores impactos se han visto a finales del 2023 y principios del 2024.
Durante este periodo, distintas regiones del país han experimentado altas temperaturas y pocas precipitaciones. Esto ha ocasionado escasez de agua y favorecido la ocurrencia de fuertes incendios en bosques y otros ecosistemas del país. En particular, durante diciembre de 2023 y enero de 2024 fueron recurrentes las noticias sobre incendios forestales en diferentes regiones de Colombia; por ejemplo:
- El Gobierno colombiano declara situación de desastre y calamidad en el país ante el grave impacto de incendios forestales. (Mongabay, enero 24 de 2024)[1]
- ● ‘El país no está preparado’: Colombia combate oleada de incendios forestales. (The NewYork Times, enero 30 de 2024)[2]
- ● Entregan nuevo balance de incendios forestales en Colombia: este es el panorama. (El Espectador, enero 30 de 2024)[3]
- ● Van casi 30.000 hectáreas quemadas por incendios forestales en Colombia. (El Colombiano, enero 30 de 2024)[4]
- ● Incendios forestales en Bogotá: este es el estado de las emergencias en los cerros El Cable y Entrenubes. (Infobae, enero 30 de 2024)[5]
Estas noticias suscitan preocupaciones relacionadas con la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, así como por los impactos sobre la calidad del aire en ciudades y los posibles riesgos para las vidas humanas.
¿Por qué El Niño está relacionado con la ocurrencia de sequías e incendios en Colombia?
El Niño es un fenómeno climático que involucra al océano y la atmósfera en una región del Océano Pacífico. Ocurre cuando las temperaturas superficiales del mar en el Pacífico ecuatorial, es decir, cerca a la línea del Ecuador, aumentan por encima de lo normal, ocasionando fluctuaciones del clima alrededor de todo el mundo.
El Niño es la fase cálida de un fenómeno que conocemos con la sigla ENOS (o ENSO en inglés) que significa El Niño/Oscilación del Sur. Cuando la temperatura del mar en el Pacífico tropical es más alta de lo normal ocurre El Niño, cuando es más baja de lo normal ocurre La Niña (fase fría del ENOS), y cuando está alrededor de sus valores normales decimos que las condiciones son neutrales. La siguiente imagen muestra un ejemplo de cómo se ve la temperatura superficial del mar durante El Niño y La Niña.
Tanto los episodios El Niño como La Niña suelen durar entre 9 y 12 meses; sin embargo, ha habido episodios de mayor duración como El Niño de 2014-2016 que duró alrededor de 19 meses, y La Niña de 2020-2023 que duró alrededor de 30 meses y que fue llamado el “triple episodio de La Niña”.
La declaración de condiciones El Niño o La Niña la realiza El Centro de Predicción Climática (CPC) de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera de Estados Unidos (NOAA en inglés), que determina el inicio de un episodio El Niño cuando en el Pacífico ecuatorial centro-oriental, es decir, entre el centro del Pacífico y las costas de Suramérica, el aumento en la temperatura del mar supera durante 3 meses consecutivos los 0,5 °C con respecto a los valores normales.
Aunque todos los eventos El Niño son diferentes, este fenómeno climático típicamente causa disminuciones de la precipitación en Colombia, es decir, suele dar lugar a escasez de agua o incluso sequías pronunciadas en los territorios del país. Esta disminución en las precipitaciones causa un descenso en el contenido de agua en el suelo y en la vegetación, volviéndo los bosques y zonas verdes más vulnerables a que se detonen y propaguen incendios forestales.
Estos incendios forestales, además de amenazar vastos territorios de Colombia y múltiples ecosistemas, afectan la calidad del aire en las ciudades. En el pasado se ha reportado cómo la ocurrencia de incendios en bosques colombianos o del norte de Suramérica ha conducido a aumentos en las concentraciones de contaminantes atmosféricos en ciudades de Colombia[1]. Más acerca de este tema puede leerse en la columna que escribí hace algún tiempo: “Cuidar los bosques desde y por las ciudades”[2].
Los aumentos en las concentraciones de contaminantes en el aire tienen impactos sobre la salud humana afectando tanto la esperanza como la calidad de vida de las personas[3]. Además, El Niño se ha relacionado con la ocurrencia de olas de calor y problemas de inseguridad hídrica, energética y alimentaria, puesto que la escasez de agua afecta tanto la generación de energía hidroeléctrica como la producción de alimentos.
Un fenómeno El Niño muy recordado en Colombia es el del año 1992, debido al colapso del sistema energético nacional que llevó al gobierno de ese entonces, presidido por el expresidente Cesar Gaviria, a implementar una medida recordada como “el racionamiento” o “el apagón”. Los eventos El Niño más intensos y prolongados ocurridos posteriormente son el del año 1997-1998 y el del año 2014-2016 que son recordados, junto con el del año 1982, como los tres eventos El Niño más fuertes de la historia.
¿Qué esperar de El Niño durante 2024?
De acuerdo con el último reporte de El Centro de Predicción Climática publicado el 8 de febrero de 2024[1], las altas temperaturas en el Pacífico relacionadas con El Niño (colores anaranjados en la figura siguiente) se mantendrán hasta la primavera del hemisferio norte, es decir alrededor de abril de 2024. Posterior a esto se espera una transición hacia las condiciones neutrales del ENSO durante el periodo abril-junio de 2024 con una probabilidad del 79%. Es decir, puede esperarse, con alta probabilidad, que las condiciones El Niño finalicen hacia la mitad del año 2024.
Incluso, de acuerdo con este mismo pronóstico, diferentes modelos muestran una probabilidad del 55% de que se desarrolle La Niña después de mitad de año. La siguiente figura muestra cómo las anomalías positivas (valores superiores a cero en la gráfica) están evolucionando hacia valores cercanos a cero (condiciones neutrales) e incluso hacia valores muy inferiores a cero (condiciones La Niña).
En síntesis, este pronóstico indica un debilitamiento de El Niño durante los siguientes dos meses del año, una migración hacia lo que en el país conocemos como condiciones “normales” y una probabilidad significativa de ir hacia condiciones La Niña durante los meses del segundo semestre del 2024. Sin embargo, es necesario monitorear continuamente la evolución del fenómeno durante las siguientes semanas.
Aunque la alta probabilidad de que El Niño finalice pronto da un “parte de tranquilidad” para los sistemas de abastecimiento hídrico, generación de energía y producción de alimentos, así como una tregua para los bosques, es necesario pensar en la llegada de La Niña con sus impactos y en los Niños del futuro.
¿Los efectos de El Niño pueden ser exacerbados por el cambio climático?
Hasta ahora, una estrategia más o menos establecida en Colombia para enfrentar El Niño ha sido prepararse para “resistir” o “aguantar” el tiempo que este fenómeno dure, controlando, por ejemplo, el nivel en los embalses. Esta es una medida arriesgada en el contexto del cambio climático[1]. Si bien no existe un acuerdo definitivo en la comunidad científica acerca del efecto específico del cambio climático sobre El Niño, estudios recientes sugieren que el calentamiento global puede estar provocando fenómenos El Niño más extremos[2]. Asimismo, de acuerdo con el último reporte del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), tanto las observaciones como las proyecciones hechas con modelos sugieren que eventos El Niño y La Niña se podrían volver más frecuentes o más intensos[3]. Por lo tanto es una posibilidad que no podemos descartar.
En este sentido, es imperativo preguntarse qué tan bien preparada está Colombia para enfrentar la ocurrencia de estos eventos en el futuro, cuando éstos quizás puedan suceder de manera más frecuente o ser más intensos o duraderos. Es posible que la estrategía de “resistir” no siga siendo viable para eventos futuros y que los riesgos para la seguridad hídrica, energética y alimentaria en el país aumenten.
Con este panorama, parece urgente fortalecer rápidamente las capacidades del país para enfrentar los riesgos futuros asociados con El Niño y La Niña exacerbados por el cambio climático.
Referencias.
[1]https://es.mongabay.com/2024/01/gobierno-colombiano-declara-situacion-de-desastre-y-calamidad-en-el-pais-ante-el-grave-impacto-de-incendios-forestales/
[2] https://www.nytimes.com/es/2024/01/30/espanol/colombia-incendios.html
[3]https://www.elespectador.com/ambiente/entregan-nuevo-balance-de-incendios-forestales-en-colombia-este-es-el-panorama-noticias-hoy/
[4]https://www.elcolombiano.com/colombia/van-casi-30000-hectareas-quemadas-por-incendios-forestales-en-colombia-BE23638922
[5]https://www.infobae.com/colombia/2024/01/30/los-incendios-de-los-cerros-el-cable-y-entrenubes-estan-controlados-en-mas-de-un-90-segun-los-bomberos-de-bogota/
[1] https://www.mdpi.com/2571-6255/5/6/191
[2] https://territoriossostenibles.com/calidad-del-aire/cuidar-los-bosques-desde-y-por-las-ciudades/
[3]https://territoriossostenibles.com/calidad-del-aire/la-mala-calidad-del-aire-una-problematica-que-va-mas-alla-de-las-contingencias/
[1] https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_disc_jan2024/ensodisc_Sp.pdf
[1]https://territoriossostenibles.com/cambio-climatico/cuanto-durara-el-fenomeno-de-el-nino-y-como-deberiamos-planear-el-pais-para-afrontarlo/
[2] https://www.nature.com/articles/s43017-021-00199-z
[3] https://archive.ipcc.ch/ipccreports/tar/wg1/index.php?idp=303
