Entre los primeros encuentros y contactos con los oficios de este mundo, uno de los más memorables es con los docentes, profesores, instructores, maestros y maestras de preescolar, jardín infantil, kínder, escuela, colegio, universidad, academia de música o centro de teatro. Hoy, desde Territorios Sostenibles, en este Día Internacional del Docente, queremos hacer un reconocimiento a estos seres maravillosos con mirada de tiza de colores.
Un reconocimiento especial para todas aquellas personas que, con profunda convicción, han desarrollado su vida alrededor de una profesión que es una mezcla de conocimiento, arte y vocación de servicio y entrega. Para todos aquellos que en las ciudades y en las veredas de los campos, ejercen o han ejercido el peligroso oficio de enseñar a leer, escribir, sumar y pensar; aquellas personas que nos ayudan a sumergirnos en los mundos de las letras y los números, de la honradez y la honestidad, de la solidaridad y la sencillez, de la persistencia y la cooperación; del respeto y la dignidad; del canto, el teatro y la horticultura, a aquellos que han dedicado su vida a enseñar a querer el campo, a razonar, a comunicar con asertividad, a reciclar, a como ser buenos ciudadanos y como construir los mejores puentes para conectar ideas, comunidades y culturas; a todos ellos, un aplauso y nuestra eterna gratitud.