Si Arquímedes pidió un punto de apoyo para mover el mundo, la ciencia ha reclamado una mujer para salvar el planeta. Y será mejor que lo entendamos lo más pronto posible, porque son las mujeres las que vienen liderando buena parte de los procesos de transformación científica y tecnológica en tiempos de la pospandemia.
Así lo ratifica el premio “La Mujer y la Ciencia” que acaba de anunciar la UNESCO para reconocer y exaltar a cinco mujeres que, en igual número de continentes, siguen trabajando, muchas veces en condiciones hostiles y de desigualdad, por el bienestar y la salud de la humanidad a través de invaluables investigaciones científicas, entre ellas, la que permitió elaborar una de las vacunas contra el COVID-19.
En el fallo que oficializa las ganadoras de 2022, el jurado reconoció el creciente papel de las mujeres en las ciencias, no sólo como un desafío de igualdad, sino como un aporte a la humanidad. “Su ejemplo anima a niñas y mujeres de todo el mundo a emprender carreras científicas”, dijo Audrey Azoulay, directora General de la UNESCO, al leer el Palmarés del 24º Premio Internacional “La Mujer y la Ciencia”, dotado con 100.000 euros por ganadora, gracias a los aportes de la Fundación L’Oréal.
La calidad y los aportes de las galardonadas no admiten duda sobre la relevancia y el protagonismo de las mujeres en los espacios de la ciencia y del medio ambiente, escenarios casi siempre dominados por hombres, y la necesidad de seguir cerrando las brechas de género en todos los ámbitos de la sociedad.
Así son los aportes de las cinco mujeres de la ciencia
Los reconocimientos de 2022 recayeron en la profesora cubana María Guadalupe Guzmán Tirado, directora del Centro de Investigación del Instituto Pedro Kouri (IPK), Instituto de Medicina Tropical, La Habana (Cuba), por sus trabajos que han permitido comprender mejor y tratar al dengue o “gripe tropical.
Según la UNESCO, el dengue afecta, sobre todo, las zonas intertropicales e infecta cada año a entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo. “Las investigaciones de la profesora Guzmán Tirado han permitido comprender mejor la patogénesis del dengue, el tratamiento de sus síntomas y su prevención”.
La científica norteamericana Katalin Kariko, bioquímica y profesora asociada adjunta de la Perelman School of Medicine, Universidad de Pennsylvania, (Estados Unidos), y Vicepresidenta sénior de BioNTech RNA Pharmaceuticals, ha sido reconocida por su contribución excepcional al perfeccionamiento de la tecnología llamada de ARN mensajero. Sus trabajos permitieron dar un paso decisivo en la creación de vacunas contra la COVID-19.
Por Asia y el Pacífico, la galardonada fue la profesora Hailan Hu, directora Ejecutiva del Centro de Neurociencia de la facultad de medicina de la Universidad de Zhejiang, (China), por sus descubrimientos pioneros sobre la depresión, que abrieron el camino para el desarrollo de antidepresivos de nueva generación.
Agnès Binagwaho, vicecanciller de la Universidad Global Health Equity, Kigali, en Rwanda, fue la escogida por África y los Estados Árabes, por su crucial papel en la puesta en marcha de un nuevo sistema de sanidad pública para los más vulnerables en ese continente. Su trabajo permitió un mejor acceso a los servicios de lucha contra el VIH, el paludismo y la tuberculosis.
Por Europa, la profesora en embriología María Ángela Nieto Toledano, profesora del Instituto de Neurociencias (Centro Superior de Investigaciones Científicas /Universidad Miguel Hernández), San Juan de Alicante (España), por sus descubrimientos sobre el modo en que las células cambian de identidad en el curso del desarrollo embrionario. Sus trabajos han abierto el camino para el desarrollo de enfoques terapéuticos nuevos en el marco del tratamiento del cáncer y su propagación a otros tejidos.
Un punto de inflexión en la discriminación por género
Según el último Informe de la UNESCO sobre la Ciencia, publicado en junio pasado, aunque el número de mujeres con carreras científicas tiende a aumentar, la evolución sigue siendo demasiado lenta: poco más del 33% de los investigadores en el mundo son mujeres y tan solo 4% de los premios Nobel científicos han sido otorgados a mujeres.
Esas desigualdades no sólo están en los sectores de la ciencia y la tecnología, según estudios de la propia UNESCO. En 2018, las mujeres representaban un tercio de los investigadores del mundo. Habían logrado la paridad numérica en ciencias de la vida en muchos países y, en algunos de ellos, eran predominantes en este campo. Sin embargo, su proporción entre los doctores en ingeniería y en informática solamente ascendía a un 28% y un 40%, respectivamente.
Además, solamente representaban un 22% de los profesionales que trabajaban ese año en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA). Lo más paradójico es que en esos campos es donde se está impulsando la Cuarta Revolución Industrial y donde se registra al mismo tiempo un déficit de capacidades.
Las mujeres siguen siendo minoritarias en los puestos técnicos y directivos de las empresas tecnológicas. En los EE.UU., el sentimiento de sentirse infravaloradas es el principal motivo aducido por las que dejan su trabajo en el sector de las tecnologías.
En el mundo empresarial, de cada cuatro investigadores solamente uno es mujer, y cuando las mujeres crean sus propias empresas tienen serios problemas para obtener financiación. En 2019, solamente un 2% del capital riesgo iba a parar directamente a empresas fundadas por mujeres.
Algunos países han adoptado medidas para apoyar a las mujeres emprendedoras. Por ejemplo, en Chile existe desde 2018 la iniciativa “Capital Humano para la Innovación en Empresas de Mujeres”. Destinada a empresas emergentes tecnológicas creadas por mujeres, esta iniciativa les proporciona una cofinanciación de hasta 30 millones de pesos (unos 40.000 dólares) para que puedan contratar personal en el marco de un proyecto determinado y cubre el 80% del coste de contratación del personal masculino y el 90% del femenino.
De ahí lo valioso y preponderante del reconocimiento hecho por la UNESCO y la Fundación L’Oréal, Desde la creación del programa “La Mujer y la Ciencia” en 1998, 122 científicas y más de 3.800 jóvenes talentosas, doctorandas o post-doctorandas, han sido premiadas y acompañadas en más de 110 países.
En el acto de oficialización de los galardones, los responsables aseguraron que “los últimos años han mostrado más que nunca la importancia de la ciencia para responder a los grandes desafíos a los que el mundo debe hacer frente y, para ser eficaz, la ciencia debe apoyarse en todos los talentos”.
Y agregan: “Convencidas de que el mundo necesita ciencia y de que la ciencia necesita a las mujeres, la Fundación L’Oréal y la UNESCO están comprometidas en promover a las mujeres de ciencias, hacerlas más visibles y dar a conocer su talento e inspirar vocaciones en las generaciones futuras”.