Siguen creciendo las señales del cambio climático

El cambio climático no se detiene y sus señales e impactos se hacen cada vez más claros. La evolución de algunos indicadores es un recordatorio de que no estamos haciendo lo suficiente para mitigar el cambio climático. Esto pone en riesgo el bienestar de los ecosistemas, y entonces la seguridad y supervivencia de las sociedades humanas. Acción y adaptación son necesarias.

CambioclimaticoPrincipal

Mediciones de la NASA e informes recientes de la Organización Meteorológica Mundial (WMO) indican que la década 2011-2020 ha sido hasta ahora la más cálida registrada, y el año 2020 fue uno de los tres años más calientes desde que se tienen registros (Figura 1). Durante 2020, la temperatura promedio del planeta estuvo alrededor de 14,9 ° C, lo que significa aproximadamente 1,2 ° C por encima del nivel preindustrial (1850-1900). Si esta tendencia continúa dará lugar a aumentos de entre 3 y 5 grados centígrados hacia finales del siglo XXI.

 

Un asunto inquietante es que el año 2020 compitió con el año 2016 por ser el más cálido jamás registrado, a pesar de que durante estos años ocurrieron fases del ENSO diferentes. Mientras que en 2016 estaba activo uno de los eventos El Niño más intensos de la historia, en 2020 lo que ocurrió fue La Niña. Esto es importante porque El Niño causa aumentos de la temperatura global que en parte explican el récord de 2016, mientras que la Niña causa disminuciones de temperatura que no fueron  suficientes para contrarrestar el calentamiento registrado en 2020.

 

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Cambios en la temperatura anual promedio de la tierra desde 1850 hasta 2020 con respecto a los niveles preindustriales. Colores azules significan menores temperaturas (más frío), colores rojos significan mayores temperaturas (más caliente). Fuente: @ed_hawkins – IPCC AR6 Lead Author

No es sólo el ranking de los años más calientes. Desde los años 80 cada década ha sido más caliente que la anterior. De acuerdo con esta tendencia, es probable que para el año 2024 alcancemos valores de temperatura de hasta 1.5oC por encima de los valores preindustriales, es decir un calentamiento que el Acuerdo de París ha buscado evitar debido a los impactos que implica. Se espera que el año 2021 también esté entre los años más cálidos registrados, a pesar de los efectos de La Niña y la pandemia.

 

El aumento de la temperatura se ha mantenido a pesar de los confinamientos y la desaceleración temporal de las actividades económicas causados por  la pandemia de COVID-19. No obstante la situación,  las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera han seguido aumentando.

 

Según Petteri Taalas, Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (WMO), las altas temperaturas del planeta durante el año 2020, además de los niveles récord de calentamiento en el océano, las altas temperaturas y los incendios forestales en Siberia, la acelerada disminución del hielo marino en el Ártico y la temporada récord de huracanes, son indicios de una tendencia sostenida de cambio climático y una “clara indicación de que la señal global del cambio climático inducido por los humanos es ahora tan poderosa como una fuerza de la naturaleza”.

 

De acuerdo con el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) [1], La Nasa [2] y la Organización Meteorológica Mundial [3], los siguientes son algunos de los principales indicadores del cambio climático.

 

Indicadores del cambio climático

  1. Gases de efecto invernadero.

La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera refleja el balance entre las emisiones producidas por las actividades humanas, las fuentes naturales y los sumideros. Esta concentración ha aumentado durante las últimas décadas siendo la causa principal del cambio climático.  Entre los gases de efecto invernadero más relevantes están el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), cuyos niveles para el año 2019 alcanzaron valores significativamente mayores que los niveles preindustriales (1850-1900).

Tabla 1
. Niveles de gases de efecto invernadero en 2019 con respecto a los niveles preindustriales. ppm (partes por millón), ppb ( partes por billón)

 

2. Temperatura promedio del planeta.

Unos de los efectos del aumento en la concentración de gases de efecto invernadero es el incremento en la temperatura global. La Figura 2 muestra la diferencia entre el año 2020 y el período 1981-2010. Los colores fríos (azules) indican que la temperatura en 2020 fue menor que en 1981-2010, mientras que los colores cálidos (amarillo, naraja y rojo) significan que 2020 fue más cálido. Que la imagen sea predominantemente naranja y roja significa que el planeta se ha vuelto más caliente.

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Diferencias en la temperatura superficial promedio entre 2020 y 1981-2010. Los colores fríos y cálidos indican, respectivamente, las zonas del planeta que se han vuelto más frías o calientes en 2020.

 

3. Eventos meteorológicos extremos.

Una de las principales consecuencias del cambio climático es que los eventos meteorológicos extremos se vuelven más frecuentes e intensos. Entre los eventos extremos ocurridos durante 2019 y 2020 están:

  • Gran número de incendios forestales en Australia y California.
  • Extensas inundaciones en África y Asia que causaron pérdidas humanas y económicas.
  • Sequías severas en Suramérica con pérdidas agrícolas por encima de los 3 mil millones de dólares en Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
  • Intensas olas de calor durante 2020 en diversas regiones del mundo, por ejemplo:
    • Rusia y Siberia alcanzaron valores de temperatura hasta 3.7oC y 5oC por encima de sus valores promedio.
    • Ciudades de Australia registraron valores récord de temperatura de hasta de 48.9oC y 44.o
    • Una ola de calor afectó la zona de México y el Caribe con valores de temperatura de hasta 38.5oC – 39.7oC en Cuba, 45oC – 48.8oC en México y 41.2oC en Guatemala. Valores extremos de temperatura también fueron reportados en República Dominicana y Puerto Rico.

El verano fue particularmente intenso en algunos lugares del este de Asia, con temperaturas que alcanzaron los 41.1oC en Japón y 39.7oC en Taipei. Estos valores igualan o superan los registros máximos anteriores.

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San Diego, California. Foto por Dave Kendall de FreeImages
  • Olas de frío: Varios episodios extremos de bajas temperaturas ocurrieron en Estados Unidos, incluyendo fuertes tormentas en Newfoundland (al noreste del país), varias nevadas en Colorado, temperaturas excepcionalmente bajas y precipitaciones invernales en las Montañas Rocosas y los estados centrales. Entre estos eventos ocurrió una tormenta de hielo extrema en Oklahoma que provocó cortes de energía que se prolongaron durante días en más de la mitad de la ciudad. El invierno también fue particularmente intenso en Suramérica con capas de nieve en la Patagonia que alcanzaron espesores no registrados desde el año 2000 y grandes extensiones de hielo marino en las costas de Tierra del Fuego. El aumento en la intensidad y frecuencia de las olas extremas de frío, así estén asociados con bajas temperaturas, dan cuenta de desbalances en el clima como consecuencia del cambio climático.
  • Ciclones, huracanes y tormentas tropicales: La temporada de huracanes en el Océano Atlántico y el mar Caribe fue la más intensa registrada hasta ahora, con la ocurrencia de 30 tormentas tropicales de las cuales 13 se convirtieron en huracanes, incluyendo 6 grandes huracanes, lo cual supera el récord anterior ocurrido en la temporada del 2005 (28 tormentas tropicales), y el segundo lugar en número más alto de huracanes registrado (para más información:https://territoriossostenibles.com/cambio-climatico/huracanes-mas-severos-como-consecuencia-del-cambio-climatico). Los tifones del océano Pacífico también batieron récords. El tifón Goni (Rolly) transitó cerca de Filipinas con velocidades medias de hasta 220 km / h, convirtiéndose en el más intenso jamás registrado. Cuatro ciclones tropicales y una depresión tropical tocaron tierra en Vietnam en menos de tres semanas en octubre, lo que causó grandes inundaciones en el país.

 

4. Calentamiento del océano.

Cerca del 90% del exceso de energía que se acumula en la tierra debido al incremento de los gases de efecto invernadero, se acumula en el océano. Hay una clara señal de calentamiento del océano durante las últimas dos décadas. Hasta el año 2020, alrededor del 82% del océano ha experimentado olas de calor que afectan la vida marina y las comunidades que dependen de ella. 

 

5. Aumento en el nivel del mar

Una de las evidencias más claras del cambio climático es el aumento en el nivel del mar (figura 4).

En promedio, el nivel del mar ha aumentado alrededor 21-24 centímetros desde 1880 y aproximadamente un tercio de ese aumento se produjo en las últimas dos décadas y media. Este aumento en el nivel promedio del mar tiene fuertes impactos sobre ecosistemas marinos y terrestres, y representa grandes riesgos para las comunidades y actividades económicas que se desarrollan en zonas costeras.

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Aumento en el nivel promedio del mar para el período 1890-2020. Fuente: https://www.climate.gov/

 

6. Pérdida de glaciares

Los glaciares son masas de hielo y nieve que se forman sobre los continentes, particularmente sobre las altas cordilleras de Asia, Europa y América. El tamaño de los glaciares se ha reducido intensamente en las últimas décadas debido al cambio climático. Por ejemplo, la pérdida de hielo en Groenlandia como resultado del desprendimiento de grandes icebergs se multiplicó por siete entre 1992 y 2016, de 34 mil millones de toneladas por año entre 1992-2001 pasó a 247 mil millones de toneladas por año entre 2012 y 2016 [4]. La pérdida de hielo entre septiembre de 2019 y agosto de 2020 fue de aproximadamente 152 Gt (Gigatoneladas).

La pérdida de los glaciares no sólo es una señal clara del cambio climático sino que puede exacerbar sus impactos incluyendo el ascenso en el nivel del mar y los riesgos para el abastecimiento de agua de comunidades que dependen de los glaciares de montaña.

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Glaciar Fox, New Zealand.Foto: Matt Hall de FreeImages

 

7. Pérdida de hielo marino

La extensión del hielo marino sirve como un indicador del cambio climático. Aunque en el océano Antártico (polo sur) los porcentajes de océano cubierto por hielo se han mantenido cerca de los valores históricos promedio, en el océano Ártico (polo norte), la extensión mínima anual de hielo marino se ha venido reduciendo [5]. En 2020, esta extensión fue la segunda más baja desde que se tienen registros. Con la pérdida del hielo marino el cambio climático puede intensificarse porque los océanos absorben más energía solar y esto conlleva aumentos de la temperatura y el nivel del mar.

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Foto de Jos Browning de FreeImages

 

8. Acidificación del océano

Uno de los impactos más preocupantes del cambio climático  es la posible acidificación del océano. El océano absorbe aproximadamente el 23% de las emisiones de CO2 producidas por la humanidad cada año, causando alteraciones en las características del agua de las que dependen muchos ecosistemas. La acidificación del océano pone en riesgo la vida marina, y entonces muchos otros factores como la seguridad alimentaria y el desarrollo económico en zonas costeras.

La acción y la adaptación son necesarias

La acción y la adaptación son necesarias. El cambio climático no se detiene, sus señales e impactos se han venido haciendo cada vez más claros. La evolución de los indicadores aquí presentados es un recordatorio de que no estamos haciendo lo suficiente para mitigar el cambio climático. La insuficiencia de las acciones pone en riesgo la seguridad hídrica, energética y alimentaria de las sociedades humanas, y entonces su desarrollo económico y en última instancia, su supervivencia. Por eso no es exagerado decir que el cambio climático conlleva amenazas existenciales para la humanidad, las sociedades humanas pueden colapsar, las especies pueden extinguirse.

Así como lo dijo el Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres Hacer las paces con la naturaleza es la tarea definitoria del siglo XXI. Debe ser la máxima prioridad para todos, en todas partes«.

Referencias

[1] https://www.ipcc.ch/sr15/

[2] https://climate.nasa.gov/evidence/

[3] https://public.wmo.int/en/our-mandate/climate/wmo-statement-state-of-global-climate/

[4] https://www.climate.gov/news-features/understanding-climate/climate-change-global-sea-level.

[5]https://www.climate.gov/news-features/understanding-climate/understanding-climate-antarctic-sea-ice-extent

 

Angela María Rendón Pérez.
Angela María Rendón Pérez.

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