Por crisis climática, “estamos al borde del abismo”: ONU

La Cumbre Mundial sobre Cambio Climático que debe realizarse en noviembre próximo en Glasgow ya tiene un mensaje claro: “vamos hacia el abismo, porque los compromisos actuales de reducción de gases efecto invernadero nos dirigen a un aumento desastroso de la temperatura de 2.4ºC para finales de siglo”. Lo acaba de advertir el secretario General de la ONU, António Guterres, ante el foro convocado sobre el tema por el gobierno alemán. ¿Es posible evitarlo? La ONU cree que sí. ¿Cómo?

António Guterres, secretario general de la ONU

Mientras Europa acaba de registrar en abril las temperaturas más bajas para dicho mes desde 2003 (-0.9ºC respecto de la media entre 1991-2020), el calentamiento del planeta en su conjunto se siguió incrementado en promedios superiores a 0.2ºC durante el mismo período.

 

El registro no deja duda, si es que alguien aún las tiene, de los impactos del cambio climático y la variabilidad climática como una de sus mayores manifestaciones sobre el planeta. Y, sobre todo, de la urgencia de actuar de inmediato y sin vacilaciones para enfrentar los desafíos de una crisis climática que “nos tiene al borde del abismo”, según el secretario General de la ONU, António Guterres.

 

Guterres, quien participó de forma virtual en el Foro sobre Cambio Climático convocado por el gobierno alemán, volvió a apelar a la cooperación internacional como uno de los mecanismos necesarios para emprender una acción conjunta que revierta los impactos del calentamiento global, una vez más puestos en evidencia con el informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), que destaca las grandes diferencias de temperaturas registradas en el continente europeo.

 

Entre otros hallazgos de dicho informe, abril comenzó con condiciones “inusualmente suaves en muchos lugares” de Europa y en una extensa región las temperaturas cayeron en picado en la primera semana, alcanzado mínimos históricos en partes de Europa occidental y central.

 

Además, agrega, se apreciaron diferencias en cuanto a la media pluvial, dándose un mes de abril más seco que el promedio en el oeste y el sureste del continente europeo, pero condiciones más húmedas que la media en parte de la península ibérica y en la mayor parte de Europa oriental. A escala global, el mes de abril de este año fue más caluroso que cualquier otro abril anterior a 2010 y la temperatura media registrada fue 0,2 grados mayor que el promedio entre 1991 y 2020.

 

En ese contexto y consciente de la importancia de Europa en la lucha contra el cambio climático y el liderazgo de Alemania, el secretario general de la ONU no se ahorró adjetivos a la hora de llamar la atención en la gravedad de lo que está sucediendo: “Con los compromisos actuales, todavía nos dirigimos a un aumento desastroso de la temperatura de 2,4 grados para finales de siglo. Estamos al borde del abismo”.

 

crisis climática pasa por el uso de combustibles fósiles
La crisis climática pasa por el uso de combustibles fósiles en buena parte de las economías industrializadas, las mismas que demandan una transición a energías limpias. Foto: elperiodico.es

 

Cómo superar la crisis climática

Estamos a casi seis meses de celebrar la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático, en noviembre en Glasgow, y la pregunta que sigue dando vueltas en el ámbito global es “si podemos evitar la tragedia climática”.

 

Para Guterres, sí es posible si hay cooperación y se aprovecha la recuperación pos pandemia para emprender un camino más limpio y ecológico.

 

“Los países desarrollados y los de en vías en desarrollo tienen una oportunidad para movilizarse hacia la reducción a cero de sus emisiones a 2050 y desarrollar resiliencia a los cambios venideros”, aseguró.

 

Lo positivo, agregó Guterres, es que los países que representan el 68% de la economía mundial y el 61 % de las emisiones están comprometidos a llegar a la neutralidad climática a mediados de siglo.

 

Para 2030, según los compromisos de los países que firmaron el Acuerdo de París, las emisiones tienen que haberse reducido en un 45% con respecto de los niveles de 2010 para alcanzar la meta de las emisiones cero en 2050.

 

Eso se traduce, entre otras cosas, que para alcanzar esa meta es determinante el abandono del uso del carbón a más tardar en 2030 por parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y en 2040, para todo el mundo.

 

En consecuencia, Guterres subrayó que el paso a las energías renovables debe ser una “transición justa, que involucre a los gobiernos locales, los sindicatos y el sector privado para apoyar a las comunidades afectadas y generar empleos verdes”.

 

Y, claro, para enfrentar esos desafíos, todos deben aportar, Guterres recordó que los países desarrollados deben cumplir su vieja promesa de proporcionar 100.000 millones de dólares anuales para la acción climática en las naciones en desarrollo.

 

“La próxima cumbre del G7 es un momento crucial. Hago un llamamiento a los líderes del G7 para que tomen el liderazgo, seguido de otros países desarrollados, para hacer promesas sustanciales de financiación para los próximos cinco años”, en referencia a la reunión que habrá en Inglaterra, en junio, entre los más países más ricos.

 

Luis Fernando Ospina.
Luis Fernando Ospina.

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