Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que reveló las conclusiones del informe ‘Cambio Climático: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad’, el panorama es bastante preocupante en cuanto a los esfuerzos por la adaptación al cambio climático. Además, las decisiones tomadas por los líderes mundiales en los últimos años, claramente, son un fracaso.
Este documento deja en claro que más de la mitad de la población vive en la zona de peligro, muchos ecosistemas están en el punto de no retorno y la contaminación por carbono está obligando a los más vulnerables del mundo a una marcha hacia la destrucción.
Uno de los datos fundamentales de este trabajo es que casi la mitad de la población mundial, entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en contextos altamente vulnerables al Cambio Climático
Para Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el reporte del IPCC es un atlas del sufrimiento humano y la acusación condenatoria del liderazgo climático fallido. “Este reporte revela cómo las personas en el planeta están siendo golpeadas por el cambio climático. Los hechos son innegables, esta abdicación del liderazgo es criminal. Los mayores contaminadores del mundo son culpables del incendio provocado en nuestro único hogar”.
El informe
El informe ‘Cambio Climático: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad’, es la segunda de las tres partes de las que consta el Sexto informe de evaluación del IPCC (en agosto se publicó la primera parte), centrada en la ciencia del cambio climático y en la situación por regiones.
La revelación de este informe se da casi cien días después de que la Conferencia sobre el Clima de las Naciones Unidas en Glasgow (COP26) acordara intensificar las medidas para limitar el calentamiento global a 1,5°C y evitar así las peores consecuencias del cambio climático.
Esta segunda entrega, publicada el pasado lunes 28 de febrero en Berlín (Alemania), fue aprobada por 270 autores de 67 países (no hubo ningún colombiano) y 195 gobiernos. Es, según los especialistas, la mayor revisión realizada sobre los estudios hechos en el mundo desde 2014 (cuando se publicó el Quinto Informe del IPCC) sobre los impactos del calentamiento global en las personas y en los ecosistemas.
El documento recalca la importancia de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. Para Thelma Krug, vicepresidenta del IPCC, este trabajo trae importantes consideraciones para los países y refleja que una de las barreras en los países en desarrollo es tener la financiación suficiente para poder implementar medidas de adaptación”.
El documento, además, se centra en los efectos del calentamiento global y revela que no se están cumpliendo los compromisos para limitarlo. Tal y como recalcó Guterres, uno de los principales problemas es el uso del carbón y otros combustibles fósiles que asfixian a la humanidad.
“No se puede pretender ser ecológico mientras se tienen planes y proyectos que socavan el objetivo de lograr emisiones netas de valor cero para 2050 y que ignoran las importantes reducciones de emisiones que deben producirse durante esta década. El público no se dejará engañar por esa cortina de humo”, aseguró.
Además, el Secretario General de la ONU, pidió que los países cumplan con sus acuerdos de dejar de financiar la energía basada en el carbón y promuevan el uso de las energías renovables y por invertir en adaptación al clima.
“Según los acuerdos actuales, las emisiones globales están destinadas a aumentar casi un 14% en la presente década. Eso se traduce en catástrofe, esto destruye cualquier oportunidad de mantener los 1,5 grados. El informe subraya verdades centrales. El carbón y los combustibles fósiles están impactando a la humanidad. Todos los gobiernos del G20 deben acordar detener la financiación del carbón en el extranjero y en sus países desmantelar sus flotas de carbón”, agregó Guterres.
Este estudio multinivel plantea que los efectos del cambio climático en las personas y el planeta se están padeciendo hoy y el colapso de los ecosistemas, la extinción de las especies, las olas de calor y las inundaciones son algunos de los múltiples riesgos climáticos inevitables a los que se enfrentará el mundo en los próximos 20 años. Todo esto, debido al calentamiento global.
“Este informe es una grave advertencia sobre las consecuencias de no haber tomado medidas. Demuestra que el Cambio Climático es una amenaza grave y creciente para nuestro bienestar y para la salud del planeta. Nuestras acciones de hoy determinarán la forma en que las personas se podrán adaptar y cómo la naturaleza responderá ante los crecientes riesgos climáticos. Las medias tintas ya no son una opción”, comentó Hoesung Lee, presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Para los científicos, el cambio climático inducido por el ser humano está causando una perturbación peligrosa y generalizada en la naturaleza y afectando a miles de millones de vidas en todo el mundo.
La adaptación es la clave
Para los expertos, tal y como lo dejaron consignado en el informe, las inversiones en adaptación funcionan. A medida de que empeoren los impactos del cambio climático será fundamental ampliar las inversiones para que se pueda sobrevivir. De ahí que sea imperativo impulsar la adaptación con la misma fuerza y urgencia. Por eso, según Guterres, se destinará para la adaptación el 50% de toda la financiación para el clima.
En ese sentido, desde la COP26 se trazó una hoja de ruta para financiar la adaptación, que, a priori, es insuficiente para hacer frente a los retos de las naciones que se encuentran en primera línea de la crisis climática. Sin embargo, ese es uno de los caminos que se deben emprender para enfrentar la problemática. “Necesitamos nuevos criterios de admisibilidad para afrontar esta nueva realidad. Cualquier retraso conlleva muertes”, dijo el Secretario General de la ONU.
Las medidas
En el informe, aseguran los especialistas, se deja en claro que se sobrepasaron los umbrales de tolerancia de plantas y animales, provocando mortalidades masivas en especies de árboles y corales.
Estos fenómenos meteorológicos extremos están ocurriendo simultáneamente, causando efectos en cascada que son cada vez más difíciles de gestionar. Estas inclemencias meteorológicas han expuesto a millones de personas a una grave inseguridad alimentaria e hídrica, especialmente en África, Asia, América Central y del Sur, en las pequeñas naciones insulares y en el Ártico.
“Para evitar la creciente pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructuras, es necesario adoptar de manera acelerada nuevas medidas para adaptarse al cambio climático, al mismo tiempo que se reducen en forma sustancial las emisiones de gases de efecto invernadero. Hasta ahora, los avances en materia de adaptación son desiguales y las diferencias entre las medidas adoptadas y las necesarias para hacer frente a los crecientes riesgos son cada vez mayores, según el nuevo informe. Estas diferencias son más preocupantes entre las poblaciones de menores ingresos”, consigna el documento.
¿Y las soluciones?
Según el informe, hay soluciones para adaptarse a un clima cambiante. De ahí que este trabajo ofrece nuevas perspectivas sobre el potencial de la naturaleza no solo para reducir los riesgos climáticos, sino también para mejorar la calidad de vida de las personas.
“Los ecosistemas sanos son más resistentes al cambio climático y proporcionan servicios vitales, como alimentos y agua limpia. Si se restauran los ecosistemas degradados y se conserva de forma eficaz y equitativa entre el 30% y el 50% de los hábitats terrestres, de agua dulce y oceánicos de la Tierra, la sociedad puede beneficiarse de la capacidad de la naturaleza para absorber y almacenar carbono, y podemos propiciar el progreso hacia el desarrollo sostenible, pero es esencial contar con la financiación y el apoyo político adecuados”, expresó Hans-Otto Pörtner, el copresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC.
Para los científicos, el cambio climático interactúa con las tendencias globales como el uso insostenible de los recursos naturales, la creciente urbanización, las desigualdades sociales, las pérdidas y los daños causados por los fenómenos extremos, y una pandemia; poniendo en peligro el desarrollo futuro.
“En nuestras evaluaciones se muestra claramente que para hacer frente a todos estos diferentes retos es necesario que todos (los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil) trabajen conjuntamente para dar prioridad a la reducción del riesgo, así como a la equidad y la justicia, en la toma de decisiones y en las inversiones”, expresó Debra Roberts, copresidenta del Grupo de Trabajo II del IPCC.
Una de las aristas que deja este trabajo del IPCC, con su informe ‘Cambio Climático: Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad’, es que no todos los impactos más extremos son inevitables. Y, por supuesto, una acción rápida puede limitar su frecuencia, gravedad y ayudar a las personas y los ecosistemas a adaptarse a algunos de esos impactos.
Algunos números del informe
Estas son algunas de las cifras destacadas del trabajo revelado el pasado lunes 28 de febrero.
270 científicos elaboraron el informe.
41% de los científicos que trabajaron en el estudio fueron mujeres.
44% son los eventos de desastre, desde 1970, relacionados con inundaciones.
50% de la población humana puede estar expuesta a periodos de condiciones climáticas mortales derivadas de impactos combinados de calor y humedad extremos para 2100, en un escenario de bajas emisiones.
420.000.000 de hectáreas de bosque se perdieron en el mundo entre 1990 y 2020. Esto es, aproximadamente, el tamaño de los bosques combinados de los Estados Unidos e Indonesia.
34% es el porcentaje de muertes relacionadas con desastres naturales asociados con la sequía entre 1970 y 2019.