En el mundo, 1.490 jurisdicciones en 29 países han declarado emergencia climática para involucrar y movilizar partes interesadas para decir la verdad sobre la gravedad de la emergencia climática y el colapso ecológico, y hacer compromisos significativos sobre cómo abordarlos. Las poblaciones de dichas jurisdicciones ascienden a más de 822 millones de ciudadanos.
El Parlamento Europeo declaró la emergencia climática en noviembre de 2019, convirtiéndose así en el primer continente en participar en este movimiento. La UE siguió su declaración con la publicación del Acuerdo Verde Europeo en 2020 que apunta a que la UE ya no tenga emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050. Este objetivo se logrará a través de grandes cambios estructurales en movilidad, agricultura, energía y construcción, para lo cual la UE ha designado un presupuesto de 1 billón de € para implementar la transición. Si bien algunos grupos climáticos critican el plan por ser insuficiente, este es un nivel de acción sin precedentes frente a la crisis climática. Después de su declaración La UE si ha tomado algunas decisiones específicas en ciertos temas. Por ejemplo en el tema de residuos, en su Acción de Economía Circular, se comprometieron a reciclar el 60% de todos sus desperdicios municipales dentro de todo el país para el 2030, y a que todos los empaques alimentarios sean reutilizables o reciclable.
En materia de Estados, Argentina fue el primer país en América Latina en declarar la emergencia climática (Julio 2019). Sin embargo, hasta ahora esto no se ha reflejado en las políticas del país. Por el contrario, recientemente ha habido un impulso para una mayor explotación de las fuentes nacionales de combustibles fósiles. Además, se están haciendo pocos esfuerzos para diversificar la economía del país de industrias muy contaminantes como la agricultura ganadera. Por lo tanto, hasta ahora esta declaración puede ser vista únicamente como simbólica.
En el plano local, muy recientemente, en el departamento de Antioquia, Colombia, se hizo la declaración de emergencia climática. En febrero de 2020. Este paso fue motivado por todos los efectos relacionados con el cambio climático que el departamento ya ha comenzado a experimentar, como incendios forestales, fuertes lluvias torrenciales y fuerte contaminación del aire. Esta decisión se materializó en el plan de gobierno para el año 2020-2023 que prioriza acciones puntuales para los próximos 4 años.
Medellín, por su parte, anunció la emergencia climática en febrero de 2020. El detonante de esta decisión fue el incremento del deterioro de la calidad del aire en la ciudad, debido en su gran mayoría al parque automotor. Si bien, la declaratoria estuvo acompañada de 10 acciones que incluyen por ejemplo la expansión de infraestructura para bicicletas, la ciudad aún no cuenta con un plan de cambio climático.
Otras ciudades
Hualpén, en Chile, fue la primera municipalidad en Latinoamérica en dar este paso en octubre de 2019. Debido a esta declaración, pudieron asignar recursos significativos del presupuesto comunitario a problemas climáticos, como obtener certificaciones de sostenibilidad más estrictas en todo el municipio. Adicionalmente, buscan mejorar su estrategia de eficiencia del agua y brindar educación general para toda la población sobre la crisis climática y la responsabilidad que esto conlleva.
Recife, Brasil, una de las ciudades más vulnerables en el mundo entero por los efectos del cambio climático, declaró una emergencia a finales del 2019. Si bien habían tenido una fuerte agenda de sostenibilidad antes, esta declaración animó al consejo a formular un plan integral para que la ciudad se convirtiera en carbono neutral para 2050. Adicionalmente, han hecho obligatoria la educación en sostenibilidad y la crisis climática en todos los colegios públicos para el 2020.
En Julio de 2019, 7,000 instituciones de educación superior declararon la «emergencia climática» y acordaron emprender un plan de tres puntos publicado en una carta abierta comprometiéndose a ser carbono neutral para 2030 o 2050 a más tardar, a movilizar recursos para la investigación orientada a la acción climática y la creación de habilidades, y a aumentar enseñanza y aprendizaje sobre educación ambiental y sostenibilidad en programas de estudio y extensión.
La Universidad de Bristol, en Reino Unido, fue el primer organismo educativo en Gran Bretaña en hacer la declaración. A partir de las misma se ha comprometido a ser completamente carbono neutro para el 2030.
Esto no solo incluye las emisiones de carbono producidas directamente por la institución, sino que también se extiende a la desinversión en negocios o investigaciones que estén relacionados con combustibles fósiles.
Las empresas también
The Body Shop Es una compañía de cosméticos y cuidado de la piel con sede en el Reino Unido. En 2019, la compañía declaró una emergencia climática junto con compañías de ideas afines que se esfuerzan por tomar medidas climáticas. Mirando hacia el futuro, The Body Shop tiene la intención de comprender profundamente y compensar su impacto climático, y en 2021 lanzará un compromiso para convertirse en un negocio de cero daños en todos los impactos sociales y ambientales para 2030.
Descubre como una empresa puede tomar acción y declarar una emergencia climática.
Dentro de la organización, los empleados de The Body Shop ven la defensa ambiental de la compañía como una respuesta correspondiente y justificada a la emergencia climática. Con respecto a su base de consumidores, The Body Shop percibe que sus clientes esperan acciones en este campo. En el futuro, la compañía anticipa aumentar su defensa del clima para desafiar cada vez más el statu quo y las iniciativas inadecuadas de política ambiental.
The Body Shop se basa en dos influencias en la elaboración y ejecución de sus iniciativas de acción climática. Su director, Christopher Davis explica la primera influencia siendo la racionalidad o lógica de las ganancias, y la segunda siendo el “corazón” del negocio. El corazón solo necesita mirar hacia afuera para ver el cambio climático como una amenaza para las generaciones futuras.
“Al igual que otras compañías, firmamos para declarar una emergencia climática. Es fundamental que aprovechemos la oportunidad de unirnos y trabajar juntos por el bien de la próxima generación. La gente verá lo que estamos haciendo como un buen comienzo, pero hay expectativas, y con razón, que haremos y deberíamos estar haciendo más en el futuro”, afirmó Christopher Davis, Director Internacional de Responsabilidad Social Corporativa y Campañas, The Body Shop.
Para conocer todos los ejemplos visita la página de CEDAMIA, una herramienta de datos abiertos que monitorea las declaraciones de emergencia climática en el mundo por parte de gobiernos. Haz clic aquí
Autores: Low Carbon City en alianza con Territorios Sostenibles.