“Es el principio del fin de la era de los combustibles fósiles”: COP28

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28), que se realizó en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) concluyó ayer con un acuerdo que señala el “principio del fin” de la era de los combustibles fósiles al sentar las bases para una transición rápida, justa y equitativa, respaldada por fuertes recortes de las emisiones y un aumento de la financiación.

Simon Stiell, secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático.
Simon Stiell, secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático.

Tras dos semanas de deliberación la COP28 terminó ayer en Dubái con una declaración, por lo menos, esperanzadora al declarar el comienzo del fin de la era de los combustibles fósiles en el mundo. Este pronunciamiento, según ONU Cambio Climático, es una demostración de solidaridad mundial, ya que los negociadores de casi 200 partes se reunieron y lograron ponerse de acuerdo para manifestarse en acelerar la acción climática, antes del final de la década, con el objetivo de mantener el límite del aumento de la temperatura global a menos de 1,5 grados centígrados.

“Aunque en Dubái no hemos pasado página a la era de los combustibles fósiles, este resultado es el principio del fin Ahora todos los gobiernos y empresas deben convertir estos compromisos en resultados económicos reales, sin demora”, declaró Simon Stiell, secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático.

El pronunciamiento fue bien acogido por las partes y los expertos porque contiene los elementos que se estaban negociando y que ahora pueden ser utilizados por los países para desarrollar planes de acción climática más sólidos para 2025. De esta manera se reconoce que la ciencia indica que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deben reducirse un 43% para 2030, en comparación con los niveles de 2019, para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC. Sin embargo, como se dijo en los primeros días de la COP28, los gobiernos no van por buen camino para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

“Debemos ponernos manos a la obra para aplicar plenamente el Acuerdo de París.  A principios de 2025, los países deben presentar nuevas contribuciones determinadas a nivel nacional. Todos y cada uno de los compromisos -sobre financiación, adaptación y mitigación deben ponernos en línea con un mundo de 1,5 grados”, agregó Stiell, en el discurso de cierre de la COP28.

Otro de los puntos importantes es que se pide a las partes que tomen medidas para lograr, a escala mundial, triplicar la capacidad de las energías renovables y duplicar las mejoras de la eficiencia energética para 2030.

Además, que incluyan la aceleración de los esfuerzos hacia la eliminación progresiva de la energía del carbón sin disminuir, la eliminación progresiva de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles y otras medidas que impulsen la transición hacia la eliminación de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, de una manera justa, ordenada y equitativa, con los países desarrollados continuando a la cabeza.

Además, hablando del corto plazo, se impulsa a las partes para que presenten objetivos ambiciosos de reducción de emisiones para toda la economía, que abarquen todos los gases de efecto invernadero, sectores y categorías, y que estén alineados con el límite de 1,5 ºC en su próxima ronda de planes de acción climática (conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional) para 2025.

COP 28
COP 28

El papel de Colombia
La delegación de Colombia en la COP28 calificó de “hecho histórico”, el lograr que se incluyera en la declaración del texto final una transición del uso combustibles fósiles a energías limpias, tal y como el Gobierno Nacional lo ha venido defendiendo desde que asumió.

“El texto final, muestra la necesidad de darle una salida real a los países que se están comprometiendo a transitar aparte de los combustibles fósiles. No es una salida fácil, porque no es una transición energética sino económica que debe llevar a los países productores y consumidores a unirse en un Tratado de No Proliferación”, dijo Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Durante su intervención en la plenaria de cierre, la ministra Muhamad, señaló la importancia que ha tenido la ciencia en la discusión política de la COP. Las decisiones tomadas en el texto final, adoptan los llamados de estudios, que demuestran la relación directa entre el consumo de combustibles fósiles y los altos niveles de contaminación en el mundo.

Colombia insistió en que las naciones deben unirse en torno a un Tratado de No Proliferación de Combustibles, que permita tener las reglas claras de la transición energética y económica en las naciones, e insistiendo en la necesidad de revisar el modelo económico mundial, como se reiteró en varias intervenciones durante la Conferencia de las Partes.

Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia.
Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia.

La financiación es la clave

En medio de un clima de pesimismo generalizado entre la opinión pública, la COP 28, que duró dos semanas comenzó con la Cumbre Mundial de Acción por el Clima, que reunió a 154 jefes de Estado y de Gobierno. En esta instancia, las Partes alcanzaron un acuerdo histórico sobre la puesta en marcha del fondo de pérdidas y daños y los mecanismos de financiación: es la primera vez que se adoptaba una decisión sustantiva en el primer día de la conferencia. Los compromisos para el fondo empezaron a llegar instantes después de que se adoptara la decisión, con un total de más de 700 millones de dólares hasta la fecha.

Además, se avanzó en la agenda de pérdidas y daños, con un acuerdo también alcanzado para que la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos acojan la secretaría de la Red de Santiago para Pérdidas y Daños.

De otro lado, las partes acordaron las metas del Objetivo Global de Adaptación (GGA) y su marco, que identifican dónde debe llegar el mundo para ser resiliente a los impactos de un clima cambiante y evaluar los esfuerzos de los países.

Otro punto a destacar fue la necesidad de poner el financiamiento climático en la agenda central de la COP28 e instalarlo como absolutamente necesario para lograr los objetivos propuestos. Para tal fin, el Fondo Verde para el Clima recibió un impulso en su segunda reposición, con seis países que prometieron nueva financiación en la cumbre, con lo que asciende a unos 12.800 millones de dólares procedentes de 31 países.

Además, ocho gobiernos donantes anunciaron nuevos compromisos con el Fondo para los países menos adelantados y el Fondo Especial para el Cambio Climático por un total de más de 174 millones de dólares hasta la fecha. También se hicieron nuevas promesas de contribuciones al Fondo de Adaptación por un total de casi 188 millones de dólares a la fecha.

Rafael González Toro.
Rafael González Toro.

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