EE.UU. le pone techo a la acción climática

El Presidente Joe Biden acaba de demostrar en la Cumbre de Líderes por el Clima que su propuesta de acción climática no es un tema interno, sino que compromete a la comunidad internacional, incluidos sus más fuertes contradictores: China y Rusia. Estados Unidos puso una meta de reducción de gases de efecto invernadero de entre 50 y 52 por ciento a 2030, lo que obligará a sus socios a realizar ajustes internos de profundas transformaciones en sus sistemas energéticos, logísticos y de producción limpia. Colombia ratificó su meta de reducir el 51 por ciento de sus GEI a 2030. La ONU celebra los compromisos adquiridos por los 40 líderes mundiales.

El Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden

Esta vez no fue con su “corridito” tradicional con que Joe Biden marcó el ritmo de la Cumbre Mundial de Líderes por el Clima que él mismo convocó, sino con una apuesta clara y ambiciosa para Estados Unidos: reducir entre el 50 y el 52 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) a 2030 y que el sector eléctrico de la economía más grande del mundo, y el segundo país más contaminante, sea carbono neutro en 2035.

 

Conectado de forma virtual, pero con un mensaje que no permite interpretaciones, el gobierno de los Estados Unidos puso techo a la acción climática en el corto, mediano y largo plazo, no sólo en el ámbito interno, sino como un “ultimátum” a las grandes potencias, entre ellas, sus más acérrimos rivales: China y Rusia.

 

En otras palabras, Biden dio un giro de 180 grados respecto de su estrategia geopolítica, no sólo en lo ambiental, sino en lo político y lo económico, pues sus compromisos climáticos, de carambola, impulsan la acción de las demás potencias globales, pues haber elevado el tema del cambio climático a un asunto de “seguridad nacional” define su importancia y el plan de acción global, dos elementos que estuvieron por fuera de la agenda del expresidente Donald Trump.

 

El encuentro de esos 40 líderes mundiales a los que convocó el propio Presidente Biden es, en sí mismo, la antesala de lo que será la Cumbre sobre Cambio Climático (COP26) que se realizará en noviembre próximo en Glasgow (Escocia), donde el objetivo central es definir las nuevas metas sobre reducción de GEI y evitar que el planeta aumente su temperatura por encima de los 1.5ºC respecto de los niveles preindustriales.

 

La comunidad internacional ha tomado nota de los compromisos de los Estados Unidos, pero no deja de existir algún grado de desconfianza en las palabras de Biden, dado que su país sigue por fuera de acuerdos internacionales de gran importancia como Kioto y París.

 

El Secretario General de la ONU, Antonio Gutérres, celebró el anuncio de Biden y remarcó que sus nuevas ponían un listón muy alto. Dado que el cambio climático ya está empeorando las olas de calor, reforzando los huracanes y los incendios forestales, Guterres calificó la cumbre como un momento “decisivo” para la acción climática.

 

“La madre naturaleza no espera. Necesitamos un planeta verde, pero el mundo está en alerta roja”, dijo Gutérres.

 

A qué compromisos se llegó

 

El anuncio más importante de este primer día de Cumbre de Líderes, sin duda, es el que hizo el Presidente de los Estados Unidos, pero quedó claro que la acción climática demanda la participación del mundo entero, dadas las consecuencias para los más ricos y para los más vulnerables. El cambio climático, de forma diferente, pero dramática, nos afecta a todos.

 

El “plante” de EE.UU. significa que la apuesta global por el clima deberá ser alta. El hecho de que más del 13% de los gases de efecto invernadero del mundo los expulsa directamente Estados Unidos, obliga a mayores compromisos. China, el principal emisor (26%) no podrá sentarse a la mesa sin subir sus apuestas.

 

El compromiso de Biden es similar al que tiene la Unión Europea sobre la mesa: reducir en un 55% sus emisiones netas en 2030 respecto de las de 1990.

 

El Presidente de Colombia, Iván Duque
El Presidente de Colombia, Iván Duque, participó de la Cumbre, acompañado de su ministro de Ambiente, Carlos Correa, desde la Casa de Nariño. Foto: Presidencia.

“Es un placer ver que Estados Unidos está de nuevo de vuelta”, dijo la canciller alemana, Ángela Merkel, quien ha recordado los compromisos de la UE.

 

“Europa quiere ser el primer continente que logre la neutralidad climática en 2050”, añadió Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

 

Xi Jinping, presidente de China, fue seguido con atención por los participantes de la Cumbre, dado que hace unas semanas atrás, uno de sus ministros y el enviado de los Estados Unidos para el Clima, John Kerry, ya habían sostenido reuniones sobre la acción climática.

 

Aún así, China se ha resistido a que se exija definir compromisos similares a los países desarrollados en cuanto a las obligaciones de recorte de emisiones. Hoy volvió a insistir en que el principio básico que debe regir la lucha contra el cambio climático es el de las “responsabilidades comunes, pero diferenciadas”.

 

Y lo dijo porque China tiene metas de reducción de GEI menos duras que las de la UE o las que acaba de fijar Estados Unidos: alcanzar su pico de emisiones antes de 2030 y la neutralidad de carbono en 2060.

 

El Presidente ruso, Vladimir Putin, ratificó su compromiso, pero marcó sus diferencias. “Las emisiones de gases de efecto invernadero de Rusia deberían ser menores que las de la Unión Europea en los próximos 30 años: Se trata de una tarea difícil, debido al tamaño de nuestro país, a las particularidades de su geografía, a su clima y su estructura económica. Pero estoy absolutamente seguro de que tal objetivo -dado nuestro potencial científico y tecnológico- es totalmente alcanzable”.

 

India, el segundo país más poblado del planeta y que ahora enfrenta el momento más crítico por la pandemia del coronavirus, se comprometió a que las fuentes de energía renovable representarán el 40% de su generación total de electricidad para 2030, y a aumentar considerablemente su cobertura forestal.

 

Y América Latina, qué?

 

Entre los líderes latinoamericanos invitados a la Cumbre por el Presidente Biden estuvieron sus homólogos de Brasil, Chile, Argentina, México y Colombia.

 

Pero, sin duda, los ojos estuvieron puestos sobre el polémico mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, no sólo por su “negación” sobre el cambio climático, sino por su inacción para atajar la incalculable pérdida de bosques en la Amazonía.

 

Bolsonaro dijo que pondrá en marcha un plan para acabar con la deforestación ilegal de la Amazonia en 2030 y no ocultó sus intenciones de que la comunidad internacional le compense económicamente por mantener a salvo el gran pulmón del planeta.

 

“La causa principal del problema climático es quemar combustible desde hace dos siglos y Brasil ha representado menos del 1% de las emisiones en el pasado, en la actualidad el 3%”, dijo y se mostró de acuerdo en lograr la neutralidad de carbono para 2050.

 

El papel de los jóvenes en el cambio climático
El papel de los jóvenes será fundamental para asegurar que se cumplan los compromisos contra el cambio climático, según la ONU. Foto: ONU Noticias.

Colombia, que ha buscado liderar en América Latina una reactivación sostenible y una transición energética sin antecedentes, ratificó sus nuevas metas de reducción de GEI en 51 por ciento a 2030 y lograr la carbono neutralidad en 2050. “No son promesas, son objetivos que se sustentan en las acciones que estamos emprendiendo desde ya”, dijo el Presidente Iván Duque.

 

El mandatario pidió actuar con coraje, decisión, y actuar ahora. Habló del impulso a los “principios de economía circular para que estén integrados en distintos sectores y de una ética ambiental del siglo XXI para inspirar nuestros jóvenes y niños”.

 

Duque abogó por un Acuerdo de Líderes Globales para la protección de la naturaleza y demandó la necesidad de capitalizar instituciones como el BID para financiar estas grandes transformaciones. También pidió canjes de deuda como manera de financiar las reducciones.

 

Sebastián Piñera, presidente de Chile, habló de las enormes oportunidades de su país, pues “el sol en el norte, y el viento en el sur, nos va a permitir ser un país carbón cero para 2050”.

 

Piñera instó a los líderes a avanzar más, con dos propuestas: una zona de protección en la zona marítima alrededor de la Antártida y la creación de la primera zona de protección en alta mar, en la zona de Nazca, corazón de biodiversidad”.

 

Andrés Manuel López Obrador, de México, propuso que el programa Sembrando Vida, que calificó como el mayor esfuerzo de reforestación en el mundo, se amplié a Centroamérica para crear 1.2 millones de empleos, con el financiamiento de Estados Unidos.

 

“Nosotros asumimos nuestra responsabilidad económica y nos comprometemos a ayudar en la organización productiva y social. Ustedes, presidente Biden, podrían financiar el programa en Guatemala, Honduras y El Salvador”, dijo AMLO.

 

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, reafirmó los nuevos compromisos del país: elevar la reducción de emisiones un 27,6% más en comparación con 2016, desarrollar el 30% de la matriz energética con energías renovables y adoptar medidas de eficiencia para la construcción, el transporte, la reducción emisiones de metano y lucha contra la de forestación. También prometió el rápido tratamiento de una ley federal de educación ambiental.

 

Esta reunión se enmarcó en la conmemoración del Día Mundial de la Tierra, el mismo en que entró en vigencia el llamado Acuerdo de Escazú, después de la ratificación hecha por 12 de los 23 países de América Latina y el Caribe que lo suscribieron, dentro de los que está Colombia, cuyo trámite de ratificación no avanzó en la anterior legislatura, pese a tener “mensaje de urgencia” por parte del Gobierno.

 

Luis Fernando Ospina.
Luis Fernando Ospina.

Compartir :

Suscripción

Suscríbete para recibir información nuestros artículos de noticias, opinión, boletines y eventos.