Colombia lanzó por primera vez en su historia un Bono de Biodiversidad por un valor de 50 millones de dólares, que permitirá financiar proyectos de producción sostenible y economía circular, gestión sostenible del agua, energía sostenible, desarrollo agropecuario, conservación y aprovechamiento de la biodiversidad.
El anuncio de esta iniciativa se hizo este martes 28 de noviembre durante el Día de Financiamiento y Mecanismos de implementación de la COP16, que se realiza en Cali e irá hasta el próximo primero de noviembre. Este bono se materializó con la firma de un acuerdo entre el Banco Davivienda y la Corporación Financiera Internacional (IFC).
“Este Bono de Biodiversidad es realmente un hito de financiamiento para la recuperación de la naturaleza. Tiene tres características: lo primero, genera un proceso de financiamiento a sectores que son absolutamente estratégicos y priorizados por el Gobierno Nacional en su política pública como sectores en donde realmente el tipo de proyectos y el tipo de indicadores que se ponen en este bono son los que también el Sistema Nacional Ambiental ha identificado como claves para la recuperación de la integridad ecológica de Colombia.Segundo, genera un proceso en el que muestra que es posible la recuperación de la naturaleza y que esto es financiable, o sea que eso también es productivo; y, tercero, se alinea muy bien con el Portafolio de Transición Climática y Socioecológica de Colombia”, dijo Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
El Bono de Biodiversidad, además, se constituye como un valioso aporte del sector privado a la protección del medio ambiente. De ahí que este instrumento financiero, diseñado por Davivienda, responde a la necesidad de abordar la pérdida de biodiversidad. El título valor, que fue aprobado por la Superintendencia Financiera de Colombia, se convierte en un hito para el desarrollo del mercado de capitales local en torno a la conservación y regeneración de la naturaleza.
“En Davivienda acompañamos a nuestros clientes en la adopción de prácticas que promuevan la reforestación, la protección de las especies nativas y la resiliencia ecológica con soluciones basadas en la naturaleza. Gracias al trabajo en conjunto con la IFC, nuestro aliado de muchos años, con este bono de biodiversidad, desde la Casita Roja financiaremos proyectos que limiten el cambio del uso del suelo, conserven los ecosistemas sensibles y protejan la vida silvestre. Además, como parte de nuestro compromiso con la región y con las metas país, en alianza con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, buscaremos que al menos el 10% de estos recursos aporten a la restauración de los manglares en el Pacífico y potencien el desarrollo de las comunidades locales”, expresó Javier Suárez Esparragoza, presidente del Banco Davivienda.
El bono tiene como objetivo movilizar recursos hacia proyectos que tengan impactos positivos con la naturaleza y que protejan, conserven y restauren la biodiversidad del país, en sintonía con el Plan de Acción de Biodiversidad de Colombia al 2030.
Además, La emisión tiene un plazo de cuatro años y con ella se movilizarán recursos hacia proyectos orientados a la conservación, manejo y aprovechamiento sostenible de los bosques naturales mediante la adopción de prácticas de restauración de suelos degradados, así como a la implementación de sistemas de tratamiento de aguas residuales, iniciativas de conservación y restauración de humedales y áreas marinas, entre otros.
Por su parte, Alfonso García Mora, vicepresidente de IFC para Europa, América Latina y el Caribe, dijo que “IFC y Davivienda tienen una larga trayectoria de trabajo conjunto para promover la sostenibilidad de Colombia. Esta inversión en el bono de biodiversidad tiene como objetivo aumentar el acceso a financiamiento para iniciativas que conserven, restauren y protejan la biodiversidad de Colombia. Estamos orgullosos de apoyar a Davivienda en esta iniciativa pionera y reafirmar nuestro compromiso con el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente en Colombia”.
Desde Minambiente esperan que este Bono de Biodiversidad se traduzca en modelos de trabajo conjunto público privados que lleven hacia adelante a un proceso de transformación en el ritmo que la emergencia climática está poniendo, “pero con la convicción de que con esto empieza a tener sentido que Colombia sea uno de los países más biodiversos del mundo para el bienestar de nuestra propia población”.