Acueducto Panamericano

En esta columna les propongo, para la discusión, la idea de construir un Acueducto Panamericano que transporte agua a lo largo de Suramérica. ¿Descabellada? Aquí les ofrezco cuatro razones por las que pienso que no.

Acueducto Panamericano
Imagen acueducto. Foto Territorios Sostenibles

Las sociedades del siglo XX fueron capaces de construir una carretera de más de 17 mil kilómetros de largo que conecta a casi todos los países de América, desde Argentina y Chile en el sur hasta Canadá en el norte, con una única discontinuidad en la selva del Darién entre Colombia y Panamá. Se llama la Carretera Panamericana y comenzó como una idea en una reunión de la Organización de Estados Americanos en 1923[1]

En esta columna les propongo, para la discusión, la idea de que las sociedades del siglo XXI deberían construir un “Acueducto Panamericano”; que en principio podría ser Suramericano, a lo largo de la cordillera de Los Andes desde Colombia hasta Chile. En lo que sigue les voy a presentar cuatro razones por las que pienso que, por lo menos, deberíamos considerar cuidadosamente esta idea.

El gran gradiente de humedad Suramericano

Un gradiente es una diferencia entre dos lugares. El acueducto aprovecharía una característica notoria de la geografía y el clima de Suramérica. Llevaría agua desde una de las regiones más húmedas del mundo hacia una de las más secas.

Al norte de Suramérica se encuentra el Chocó Biogeográfico, una región que se extiende desde Panamá hasta Perú pasando por Colombia y Ecuador, bordeando la costa del Océano Pacífico. Allí abunda el agua. Veamos algunas cifras para comprobarlo.

En el municipio de Lloró, en Colombia, se han medido algunas de las lluvias más abundantes del mundo. Allá en un año caen en promedio más de 10 mil milímetros de lluvia y han llegado a caer más de 20 mil milímetros, es decir, una cantidad de agua que alcanzaría para cubrir al municipio con una inundación de 20 metros de profundidad. En comparación, la lluvia anual promedio alcanzaría a cubrir alrededor de 80 centímetros en Bogotá y 40 centímetros en Santiago de Chile. En Lima, que hace parte de la Suramérica seca, llueve 500 veces menos que en Lloró.

Dicho de otra manera, hay una gran diferencia de lluvia anual —que es una medida de la disponibilidad de agua en una región— entre la costa Pacífica colombiana y la peruana o chilena. A esto me refiero cuando hablo del gran gradiente (la gran diferencia) de humedad Suramericano.

Llueve mucho en el departamento del Chocó, que hace parte del Chocó Biogeográfico.

Que llueva tanto en Lloró se debe, en parte, a un fenómeno atmosférico conocido como el Chorro del Chocó[2]. Este chorro es un río aéreo[3] que transporta agua por la atmósfera desde el Océano Pacífico hacia la costa colombiana, especialmente durante los meses de septiembre, octubre y noviembre. Por momentos, este río de vapor de agua y nubes llega a ser más caudaloso que el río Atrato.

Río Atrato
Río Atrato, Colombia. Fuente: Minambiente, Gobierno de Colombia[4]
El rendimiento hídrico —así se llama al resultado de dividir el caudal de un río entre el área de su cuenca— del río Atrato es de los más grandes del mundo. Su cuenca produce, en promedio, unos 127 litros por segundo en cada kilómetro cuadrado[5]. En comparación, la cuenca del río Amazonas, que es el más caudaloso del mundo, produce tres veces menos, es decir, cerca de 42 litros por segundo en cada kilómetro cuadrado[6].

Un paréntesis: si han oído decir que el Atrato es el río más caudaloso del mundo, esto es un error. El río más caudaloso del mundo es, por mucho, el Amazonas, que, en promedio, descarga al mar 40 o 50 veces más agua que el Atrato. Lo asombroso del río Atrato es su rendimiento hídrico: tiene un caudal excepcionalmente grande para su área de cuenca relativamente pequeña.

Otro río impresionante del Chocó Biogeográfico es el Patía, al sur de Colombia. Su caudal promedio supera los 1.000 metros cúbicos por segundo. Para ponerlo en perspectiva, un acueducto con disponibilidad de agua de 1 metro cúbico por segundo podría satisfacer las necesidades básicas de, por lo menos, 500 mil personas. O sea que el caudal del río Patía, si fuera el de un acueducto imaginario, alcanzaría para 500 millones de personas, que es más que toda la población actual de Suramérica. Solamente estoy hablando de las necesidades básicas y no estoy diciendo que deberíamos meter todo el río Patía por un tubo de acueducto, sino que su caudal es muy abundante en comparación con lo que necesitaría el Acueducto Panamericano.

Hay muchos otros ríos poderosos en el Chocó Biogeográfico que podrían combinarse de distintas maneras para abastecer al Acueducto Panamericano.

En contraste, el agua escasea al sur de Los Andes a lo largo de la costa Pacífica, desde Perú hasta Chile. La escasez de agua llega hasta el punto de que el desierto del Atacama es uno de los lugares más secos del mundo. Hay sitios en el desierto en donde la lluvia anual difícilmente alcanza algunos milímetros, y pueden pasar décadas sin registros de lluvias.

Al norte de Chile se encuentra el río Loa, que es el más largo de este país y tiene una cuenca parecida en tamaño a la del río Atrato, cerca de 35 mil kilómetros cuadrados. A pesar de drenar cuencas parecidas, el caudal promedio del río Loa es dos mil veces menor que el del Atrato[7].

Río Loa
Río Loa, Chile. Fuente: Ministerio de Educación de Chile[8].
En otras palabras, una cuenca del mismo tamaño produce dos mil veces más agua (caudal) en el Chocó colombiano que en el norte chileno.

En síntesis, mientras que al norte de Los Andes Suramericanos abunda el agua, al sur escasea. Llevar agua del norte húmedo al sur seco del continente sería el objetivo primordial del Acueducto Panamericano.

El futuro que viene con el cambio climático

 

El Acueducto Panamericano no podría pensarse únicamente bajo la situación presente. Obras de esta magnitud requieren pensar en el futuro, prever lo que vendrá durante, por lo menos, las próximas décadas.

Las previsiones que tenemos indican que esa gran diferencia entre la abundancia de agua en el norte y la escasez en el sur se mantendrá durante el siglo XXI bajo los efectos del cambio climático. Incluso, la mayoría de los modelos —que son las herramientas usadas para prever el futuro[9]— prevén que la escasez de agua en Chile tiende a empeorar[10]. En contraste, las mismas proyecciones de cambio climático indican que la abundancia de agua en el Chocó Biogeográfico se mantendrá durante este siglo[11].

En vez de reducir el gran gradiente de humedad Suramericano, el cambio climático podría aumentarlo. Seguirá habiendo más agua en el norte que la que necesitan sus habitantes y posiblemente vendrá una mayor escasez en el sur. Desde esta perspectiva, podríamos ver al Acueducto Panamericano como una medida de adaptación al cambio climático de escala continental. Llevar el agua desde donde sobra hacia donde falta.

La carretera ya existe

Hacer el Acueducto Panamericano sería una empresa difícil pero no más que haber hecho la Carretera Panamericana. En principio, uno podría imaginar un conjunto de tubos que sigan más o menos el curso de la carretera. Seguramente no es simple y habría que resolver muchos detalles, pero imposible para la ciencia y técnica actuales tampoco es.

Una carretera normal de dos carriles mide cerca de siete metros de ancho. O sea que para hacer una vía nueva hay que atravesar el territorio con una obra de estas dimensiones. O más grande, porque la Carretera Panamericana tiene muchos tramos de más de dos carriles.

Un tubo de un metro de diámetro podría transportar más o menos cuatro metros cúbicos de agua por segundo. Esto es más que el caudal promedio del río Loa en Chile, y una cantidad suficiente para satisfacer las necesidades básicas de dos millones de personas. Con los tubos de este tipo que cabrían a lo ancho de una vía normal de dos carriles se podría transportar agua suficiente para el 70% de población chilena o el 41% de la peruana actuales.

Si les parece que hablar de un acueducto de miles de kilómetros de largo es un disparate, les invito a considerar las inmensas obras de ingeniería que existen actualmente para transportar otras cosas importantes pero no vitales como el agua. Por ejemplo:

  • La Carretera Panamericana actual es una vía de más de 17 mil kilómetros de largo y siete o más metros de ancho, hecha para permitir el transporte automotor de personas y mercancías.
  • GASUN es un gasoducto de 5.000 km de largo proyectado para unir el norte y el sur de Brasil con el fin de transportar, como su nombre lo indica, gas.
  •  El gasoducto más largo del mundo se llama Este-Oeste, queda en China y recorre poco más de 8.700 km. Esto es 2.500 km más que la distancia por carretera entre Bogotá y Santiago de Chile.
  • El oleoducto Druzhba recorre más de 4.000 km entre Rusia y Europa para transportar petróleo.
  •  La red mundial de cables submarinos que transporta información para permitir el funcionamiento de Internet atraviesa incluso el océano Pacífico a lo largo de más de 15.000 km.
  • Hace más de 1.600 años el imperio romano construyó un acueducto de casi 500 km de largo para abastecer de agua a su capital, Constantinopla.
  • Cuando entre los años 80 y 90 Colombia se convirtió en un “país petrolero” gracias al descubrimiento de los yacimientos de Caño Limón y Cupiagua en Arauca y Casanare, nada detuvo la construcción de un oleoducto de más de 700 kilómetros de longitud que atraviesa las montañas de Los Andes desde los Llanos Orientales hasta las costas del Mar Caribe en Coveñas. Y eso que el petróleo es más difícil de transportar por un tubo que el agua.
  • Hoy en día existen más de 1.000 kilómetros de gasoductos que traen gas desde La Guajira y otras regiones de la Costa Atlántica hacia el interior de Colombia. Quizás una etapa colombiana del Acueducto Panamericano podría devolver este favor llevando agua limpia desde Los Andes hasta La Guajira, a través de la Región Caribe (esto es lo que hace el Río Magdalena, pero con agua bastante contaminada).

O sea que ya existen inmensas obras de ingeniería que recorren el mundo atravesando continentes, cordilleras y océanos enteros para transportar personas y mercancías (vías), petróleo (oleoductos), energía (las líneas de transmisión) e incluso información (los cables de Internet).

En la era del cambio climático, vamos a tener que pensar en transportar más y mejor otro ingrediente vital para el funcionamiento de nuestras sociedades y ecosistemas: el agua. Por eso el Acueducto Panamericano.

Cooperación

La cuarta razón se resume en la urgente necesidad de fortalecer la cooperación internacional para afrontar el cambio climático. Este es uno de los ingredientes esenciales de las mejores estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático que vislumbramos hoy en día. Aunque existen grandes diferencias entre las capacidades de distintas personas o poblaciones para afrontar el cambio climático, al final de cuentas nadie podrá “salvarse” por sí mismo.

Un viejo adagio de ingeniería dice que “para que el agua baje debería subir el dinero”. Una interpretación es que si una gran ciudad toma su agua del campo, entonces dichas áreas rurales que dan agua deberían recibir beneficios justos a cambio.

Chile puede ser “pobre en agua”, pero es un país rico de muchas otras maneras; por ejemplo, en su disponibilidad de cobre, que es un mineral crítico para la transición energética. Pensando en el adagio, podríamos imaginar acuerdos en los que baje el agua y suba el cobre. En Colombia, por ejemplo, necesitamos cobre si es que queremos electrificar más nuestros sistemas de transporte, no solo para mitigar el cambio climático sino también para limpiar el aire de nuestras ciudades.

En fin, el Acueducto Panamericano requeriría acuerdos entre países que son difíciles pero no imposibles de alcanzar, y que podrían llegar a ser un ejemplo de cooperación internacional como la que necesitamos para afrontar juntos el cambio climático.

Gracias al CR2 de Chile

La idea del Acueducto Panamericano surgió —para mí, porque puede que esté en otros lugares que yo no conozco— durante la celebración del décimo cumpleaños del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia de Chile, el CR2[12], en 2023. La celebración fue una conferencia científica en la que aprendí sobre los retos que enfrenta Chile para su abastecimiento de agua como consecuencia del cambio climático. Al final de mi presentación, que fue sobre el río Magdalena, decidí ofrecer unas disculpas y una idea. Las disculpas fueron por viajar desde Colombia hasta Chile y usar parte de su escasa agua. La idea fue el Acueducto Panamericano.

 

Referencias:

1 https://es.wikipedia.org/wiki/Carretera_Panamericana
2 Para quienes estén interesados en la literatura científica sobre el Chorro del Chocó, invito a leer
este par de artículos: Yepes et al., (2019)https://doi.org/10.1175/BAMS-D-18-0045.1 y Sierra et al., (2021) https://doi.org/10.1007/s00382-020-05611-w

3https://territoriossostenibles.com/biodiversidad-y-ecosistemas/rios-aereos-elementos-fundamentales-pero-subestimados-de-la-sostenibilidad/

4 https://www.minambiente.gov.co/minambiente-lidero-novena-sesion-de-la-comision-de-guardianes-del-rio-atrato/

5  Esta cifra resulta de dividir 4.900.000 litros por segundo (el caudal promedio) entre 38.500 kilómetros cuadrados (el área de la cuenca).
6 Esta cifra resulta aproximadamente de dividir el caudal promedio por el área de la cuenca del río Amazonas en la estación de medición de Óbidos.

7 Esta cifra resulta de comparar 4.900 y 2,43, que son los caudales promedio de los ríos Atrato y Loa, respectivamente, medidos en metros cúbicos por segundo.

8 https://www.curriculumnacional.cl/portal/Educacion-General/Artes-Visuales-3-basico/AR03-OA- 01/32013:Rio-Loa

9 Sobre la posibilidad de prever el futuro y cómo lo hacemos con modelos, invito a leer mi columna anterior: https://territoriossostenibles.com/cambio-climatico/prever-el-futuro/
10 Para saber más sobre estas previsiones, invito a leer el siguiente reporte del CR2: https://www.cr2.cl/eng/wp-content/uploads/2020/07/Mega-drought-Report.pdf
11 El principal conjunto de proyecciones de cambio climático que tenemos disponibles es el que sintetiza el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en sus reportes. El último reporte disponible es el sexto, disponible acá:h​​ttps://www.ipcc.ch/assessment-report/ar6/

12 https://www.cr2.cl/

 

Juan Fernando Salazar.
Juan Fernando Salazar.

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