Una ola de calor sin precedentes azota diferentes regiones de Canadá y el oeste de los Estados Unidos. Las temperaturas, que han alcanzado hasta los 49,5 grados centígrados, están generando incendios y afectando la calidad del aire en las grandes ciudades de esos dos países.
Es tan preocupante la situación, que solo en Canadá, hay unos 200 incendios activos, con corte al pasado 28 de julio, y el humo de estas quemas viaja rápido hacia la costa este. Es tan grave la situación que la ciudad de Lytton, de unos 2.000 habitantes en la Columbia Británica, tuvo que ser evacuada al alcanzar la mayor temperatura en la historia de ese país al registrar niveles cercanos a los 50 grados centígrados.
En Estados Unidos, el epicentro de los incendios forestales es el estado de Oregon. En este territorio, un solo incendio que comenzó el 6 de julio, conocido como Bootleg Fire, ya quemó una superficie de 162.000 hectáreas, lo que sería comparable con dos veces la ciudad de Nueva York.
Según el Sistema de Información de Incidentes de los Estados Unidos, “el Bootleg Fire continúa ardiendo activamente en el Bosque Nacional Fremont-Winema, aproximadamente a 15 millas al noroeste de la ciudad de Beatty (Oregon) y el 20 de julio, los incendios Log y el Bootleg Fire se fusionaron en uno”.
Ni la lluvia sirve
Esa misma dependencia informó, este 29 de julio, que a pesar de la lluvia reciente, la actividad del incendio aumentó. El especialista en comportamiento de fuegos, Chris Moore, comentó que lo inusual es ver llamaradas tan rápido después de que una lluvia mojó el terreno.
“La lluvia que recibimos no apagará el incendio. Los focos secundarios se convertirán en un problema mayor a medida de que los combustibles se sequen nuevamente”. El comandante de incidentes, Norm McDonald reforzó esta advertencia al afirmar que necesitamos “una recalibración de dónde estamos. Ya no hay nada ‘normal’. Necesitamos estar preparados para cualquier cosa”.
A propósito, es tal la magnitud del desastre que la semana pasada comenzaron a llegar partículas de estos incendios a Nueva York. La ‘capital del mundo’ amaneció cubierta por una espesa nata de humo que subió su Índice de Calidad del Aire a 157, nivel nunca antes visto y dañino para la salud.
Esto también lo padecieron los habitantes de Filadelfia, la ciudad más importante del estado de Pensilvania, que vio como, a unos 4.500 kilómetros de los focos de incendio, su calidad del aire se deterioró como consecuencia de las quemas.
Solo en Estados Unidos, hay unos 90 incendios activos en estados como Washington, Oregón, California, Nevada, Idaho, Montana y Utah. Según el National Weather Service (Servicio Meteorológico Nacional), las temperaturas en la frontera entre los estados de Washington y Oregon se ha mantenido en niveles de 101 grados Fahrenheit; lo que corresponde a 38,3 grados Celcius. Lo mismo sucede entre Denver y San Luis.
Inclusive, la plataforma Windy registró, que para el 29 de julio a las 3:00 p.m., Las Vegas mantuvo temperaturas por encima de los 40 grados centígrados.
“Entre los días que más se notó el humo en el cielo fue al comienzo de la semana pasada. Se me hizo raro porque en verano esto no es normal. Ya los noticieros empezaron a tocar el tema y a alertar sobre lo perjudicial para la salud”, dijo Santiago López, colombiano residente en Nueva York.
Por el momento, las autoridades informaron que el clima cálido continuará durante los primeros días de agosto. Se esperan ráfagas de vientos especialmente en áreas más abiertas. Aunque es posible que haya lluvias dispersas y tormentas eléctricas aisladas durante el fin de semana en estados como Washington, Oregón, Montana y Wyoming.