Nueva York, entre la bruma debido a incendios forestales en Canadá

El Índice de Calidad del Aire (ICA) en Nueva York superó los 150 el martes pasado, según IQair, debido a los incendios forestales en Canadá. Este es un nivel de contaminación poco saludable para grupos sensibles personas con problemas respiratorios.

Como consecuencia de unos 400 incendios forestales, 200 de ellos por fuera de control, en Canadá, la calidad del aire de la costa Oeste de los Estados Unidos se vio deteriorada desde el domingo pasado.

Este fenómeno se ha visto con especial intensidad en Nueva York, en donde el gobierno local suspendió las clases en los colegios y recomendó a las poblaciones vulnerables no salir de sus viviendas y consultar con especialistas médicos si se sufre algún tipo de complicación de salud. 

Las quemas en Quebec (Canadá) generaron extensas columnas de humo que llegaron gasta la Gran Manzana y dejaron bajo una intensa bruma y un fuerte olor a madera quemada a la población dificultando la visibilidad y generando complicaciones para el transporte aéreo y terrestre. 

“En más de dos décadas que llevo viviendo acá nunca me había tocado ver algo así. Es muy fuerte el olor a madera quemada y es tan espesa la nube de humo que no se alcanzan a ver los edificios en Manhattan. La recomendación es no salir de casa”, aseguró Adriana Villegas, colombiana residente en Nueva York.

El Índice de Calidad del Aire (ICA) en Nueva York superó los 150 el martes pasado, según IQair, lo que se califica como un nivel de contaminación poco saludable para grupos sensibles como los ancianos, los niños y las personas con problemas respiratorios.

«La calidad del aire se ha desplomado en gran parte del noreste a medida que el humo de los incendios forestales en Canadá se desplaza hacia el sur. La mala calidad del aire puede ser peligrosa. Antes de pasar tiempo al aire libre, verifique el pronóstico de la calidad del aire. Asegúrate de no hacerte más daño que bien», dijo el Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos en su redes sociales oficiales.

Las autoridades de Nueva York advirtieron, además, a los ciudadanos que la calidad del aire no es segura y puede afectar la salud debido a las partículas que provoca humo y que puede generar complicaciones pulmonares y coronarias.

“Recomendamos a todos los neoyorquinos que limiten al máximo las actividades al aire libre. Las personas con problemas respiratorios preexistentes, como problemas cardíacos o respiratorios, así como los niños y los adultos mayores pueden ser especialmente sensibles y deben permanecer en el interior en este momento”, expresó Eric Adams, alcalde de Nueva York.

Según los servicios de alerta locales, la calidad del aire en de Nueva York es generalmente buena y ha ido mejorando con el tiempo. Pero de una hora a otra, hay una gran variación en la calidad del aire, incluso en los vecindarios con el aire más limpio. Eso significa que, por períodos cortos, algunos neoyorquinos están expuestos a altos niveles de contaminantes.

“Recibimos la alerta por la calidad el aire. La ciudad se tornó entre café y amarilla en el cielo. Nos recomiendan no hacer deporte ni actividades al aire libre. Y a la gente que es más sensible use mascarilla. Esperemos que se solucione pronto”, expresó Andrés Suárez, otro colombiano residente en la Gran Manzana.

 Según el Gobierno de la Ciudad de Nueva York, “las partículas finas (PM 2,5) se encuentran entre los contaminantes más dañinos. La exposición a largo plazo a PM 2,5 contribuye a un exceso estimado de 2.300 muertes por enfermedades pulmonares y cardíacas cada año en la ciudad de Nueva York (1 de cada 20 muertes en la ciudad de Nueva York), y la exposición a corto plazo contribuye a incidentes de asma lo suficientemente graves como para requerir un viaje al departamento de emergencias, así como otras amenazas para la salud”.

Este mismo despacho oficial aseguró que para PM 2,5, Nueva York cumple con el estándar nacional de calidad del aire de un promedio anual inferior a 12 μg/m3 y un promedio de 24 horas inferior a 35 μg/m3. Pero de una hora a otra y de un lugar a otro, los niveles de PM2.5 varían drásticamente y pueden aumentar a niveles que podrían dañar la salud, especialmente para las poblaciones sensibles. Estos niveles más altos son impulsados ​​por cambios diarios en el volumen de tráfico, patrones climáticos que pueden atrapar emisiones y otros eventos a corto plazo.

Rafael González Toro.
Rafael González Toro.

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