¿Qué son los microplásticos?
Los microplásticos son partículas de plástico muy finas que se han convertido en un contaminante importante de nuestro planeta. La contaminación por estas partículas ha crecido exponencialmente durante las últimas décadas (Figura 1). Su tamaño típico varía entre 5 milímetros y 1 micrómetro (1 μm es la millonésima parte de un metro, o sea 10 veces menos que el espesor de un cabello humano). Esta contaminación se ha detectado en diferentes seres vivos, ecosistemas, cuerpos de agua, el suelo y el aire, y ha alcanzado regiones tan apartadas de los grandes centros urbanos como el Ártico, los arrecifes de coral, las grandes profundidades del océano y la cima del Monte Everest. Los humanos estamos contaminando con microplásticos hasta los rincones más recónditos de la Tierra.
Por su tamaño diminuto, los microplásticos son fácilmente transportados por las corrientes de aire y agua que recorren continuamente el planeta por la atmósfera, el océano, los ríos, y el suelo. [1]. Las partículas en el aire pueden darle la vuelta al mundo en cuestión de días y caer con la lluvia contaminando el agua, el suelo y los alimentos que consumimos los humanos. Estudios han detectado la presencia de microplásticos en, por ejemplo, la sal, la cerveza, las frutas y verduras, e incluso en el agua potable. Hoy en día existe una especie de “ciclo del plástico” entre la atmósfera y el océano que afecta la salud humana y de los ecosistemas [2]. Entre los impactos negativos de los microplásticos para los peces y otros animales marinos y de agua dulce, se ha encontrado que estos contaminantes alteran los sistemas reproductivos, atrofian el crecimiento, disminuyen el apetito, causan inflamación de los tejidos y daño hepático, y alteran la conducta alimentaria [3].
En 2017, un grupo de científicos belgas estimó que los humanos amantes de los mariscos pueden llegar a consumir hasta 11 mil partículas de plástico al año sólo comiendo mejillones, un plato muy popular en ese país [4].
La cantidad de microplásticos que llegan al océano cada año es incierta pero se ha estimado que puede alcanzar hasta 25 millones de toneladas [5]. Estimaciones para el año 2021 indican que las capas superiores del océano han acumulado alrededor de 24,4 billones (o sea 24,4 millones de millones) de toneladas de microplásticos, lo que equivale a aproximadamente 30 mil millones de botellas plásticas de medio litro.
¿De dónde vienen los microplásticos?
Los microplásticos provienen de una gran variedad de fuentes, incluyendo desechos plásticos grandes que se degradan en partículas pequeñas. Algunas fuentes importantes son los filtros de cigarrillo, las prendas textiles sintéticas, los muebles, algunos materiales de construcción, productos de limpieza, y abrasión de llantas de caucho y polvo urbano [6]. Hay también unas microesferas (un tipo de microplástico) de polietileno que se agregan a productos de salud y belleza, como algunos limpiadores, exfoliantes y pastas dentales [1].
Microplásticos en el aire
Algunos microplásticos son tan pequeños que se vuelven parte del polvo que vuela en lo alto de la atmósfera alrededor del planeta. Mientras las partículas más grandes tienden a caer rápidamente con la lluvia, las partículas más diminutas y livianas pueden recorrer grandes distancias con el aire antes de caer, viajando incluso entre continentes [3].
Aunque la contaminación del aire por microplásticos no es nueva, aún no contamos con estimaciones muy precisas de la cantidad de esta contaminación. Sin embargo, es un hecho que los impactos sobre la calidad del aire son importantes en los centros urbanos e incluso en ecosistemas apartados de las fuentes de contaminación. Sólo recientemente este tipo de contaminación ha sido considerada como una fuente potencial de problemas respiratorios.
Adicionalmente a los microplásticos que consumimos en algunos alimentos, otro asunto preocupante es que sin darnos cuenta vivimos inmersos en una nube de partículas de polvo que contienen microplásticos y que pueden penetrar profundamente en el cuerpo humano e incluso dentro de las células. Recientemente se han encontrado pequeñas partículas de plástico en el cuerpo humano en dos lugares donde no se habían visto antes: en el interior de los pulmones de pacientes quirúrgicos y en la sangre de donantes anónimos.
De acuerdo con Deonie Allen, investigadora de EcoLab en la Escuela de Agricultura y Ciencias de la Vida en Toulouse (Francia) y autora principal de un estudio publicado en la revista Nature Geoscience, «El microplástico es un nuevo contaminante atmosférico» [7]. Es posible que una persona inhale lo equivalente a ingerir una tarjeta de crédito completa cada semana.
Determinar los efectos de los microplásticos sobre la salud humana es ciencia médica en desarrollo. No obstante, se sabe que los microplásticos de menos de 25 μm pueden ingresar al cuerpo humano por la nariz o la boca, y los de menos de 5 μm pueden terminar en el tejido pulmonar. Además, estas partículas tienden a ser pegajosas y pueden acumular metales pesados como el mercurio y contaminantes orgánicos persistentes como los hidrocarburos aromáticos policíclicos, materiales con impactos nocivos para la salud. Por ejemplo, estos contaminantes que se “pegan” a los microplásticos alteran la actividad reproductiva y hormonal de las personas, y en casos severos pueden causar cánceres agresivos. También pueden alojarse en las placentas de mujeres embarazadas afectando la gestación [10].
Los plásticos están hechos de una compleja combinación de productos químicos que puede llevar a los microplásticos a ser tóxicos. Análisis recientes han identificado más de 10 mil productos químicos utilizados en los plásticos, de los cuales más de 2.400 son de potencial preocupación para la salud humana.
Albert Rizzo, director médico de la Asociación Estadounidense del Pulmón, plantea una analogía con las décadas de esfuerzo que tomó convencer a las autoridades y a la población de que fumar causa cáncer. Según Rizzo: “Para cuando obtuvimos suficiente evidencia para llevar a un cambio de política, la verdad ya estaba revelada. ¿Descubriremos en 40 años que los microplásticos en los pulmones condujeron al envejecimiento prematuro del pulmón o al enfisema? No lo sabemos. Mientras tanto, ¿podemos hacer que los plásticos sean más seguros?” [4]
Sabemos que es urgente mitigar el cambio climático y esto incluye reducir nuestro uso de derivados de los combustibles fósiles como el plástico. Las preocupaciones por la salud son una fuerte razón adicional para reducir nuestra producción y uso de plásticos contaminantes.
Referencias
[1]https://oceanservice.noaa.gov/facts/microplastics.html#:~:text=Microplastics%20are%20small%20plastic%20pieces,our%20ocean%20and%20aquatic%20life.&text=Plastic%20is%20the%20most%20prevalent,our%20ocean%20and%20Great%20Lakes.
[2] https://www.nature.com/articles/s43017-022-00292-x
[3]https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2020/08/los-microplasticos-se-han-infiltrado-practicamente-en-todas-las-grietas-de-la
[4]https://www.nationalgeographicla.com/medio-ambiente/2022/04/los-microplasticos-ya-estan-en-nuestros-cuerpos-cuanto-nos-danan
[5]https://public.wmo.int/en/media/news/observing-microplastic-cycle
[6]Sridharan, S., Kumar, M., Singh, L., Bolan, N. S., & Saha, M. (2021). Microplastics as an emerging source of particulate air pollution: A critical review. Journal of Hazardous Materials, 418, 126245.
[7]https://www.nationalgeographicla.com/planeta-o-plastico/2019/04/los-microplasticos-tambien-estan-presentes-en-el-aire
[8] https://www.iqair.com/blog/air-quality/microplastics-effects-on-air-pollution
[9]https://territoriossostenibles.com/calidad-del-aire/que-dicen-el-ipcc-y-la-omm-sobre-la-relacion-entre-cambio-climatico-y-contaminacion-del-aire
[10]https://www.ngenespanol.com/ecologia/los-microplasticos-estan-en-todas-partes-y-son-mas-daninos-de-lo-que-se-creia/