La película, en este caso de terror, se repite. Desde los primeros días de agosto el fuego consume miles de hectáreas en el Mediterráneo oriental y el norte de África. Las temperaturas extremas llegan a niveles nunca vistos y cientos de miles de personas tienen que abandonar sus territorios para salvar sus vidas. El desastre en pérdida de fauna y de flora es incalculable.
Con la llegada del verano al Hemisferio Norte, las quemas, que son recurrentes cada año, son más fuertes, pero en los últimos años las temperaturas y la extensión de los incendios han tomado dimensiones inesperadas y absolutamente preocupantes.
Los registros mostraron que en lugares de Grecia como Salónica y Kabala, dos ciudades del norte, se llegó hasta los 47,3 grados centígrados y en Atenas, los termómetros registraron hasta 47 grados en la última semana, que estuvo marcada por diferentes incendios que pusieron en peligro la capital griega y su legado histórico.
Principalmente los incendios en Atenas y la isla de Eubea (antes llamada Evia), la segunda más grande de ese país, son de tal proporción que este último fue captado a la perfección por el Servicio Copernicus en imágenes satelitales que muestran la magnitud del desastre.
“La lucha continúa sin tregua. El Cuerpo de Bomberos, las Fuerzas Armadas, la Guardia Costera y la Policía griega están haciendo esfuerzos sobrehumanos, en múltiples frentes, para preservar vidas y propiedades”, dijo Nikos Hardalias, viceministro de Protección Civil de Grecia.
Solo en esta zona de Grecia, los incendios han consumido cerca de
56.000 hectáreas (casi dos veces el área de una ciudad como Medellín), según reseñó el Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales.
Según las autoridades, hasta el comienzo de esta semana había unos 50 focos de incendios activos. Una situación extrema que se repite en diferentes zonas de Turquía, Italia, Albania, Macedonia del Norte y algunos países del norte de África.
Estas quemas afectaron la calidad del aire de las principales ciudades de estos países y, en Grecia, cerca de cincuenta personas ingresaron a centros asistenciales con problemas respiratorios a causa del humo de los incendios.
Iberia, bajo alerta
Sobre el mediodía de este 9 de agosto de 2021, el Servicio Copernicus alertó que la Península Ibérica está bajo el inminente peligro de un incendio de grandes proporciones en la comunidad autónoma de Castilla y León.
Según Copernicus, “el pronóstico del índice meteorológico de incendios para esta área Castilla y León muestra un peligro de incendio muy extremo en una semana a partir de ahora”. Y según los pronósticos de los diferentes sistemas de medición, las temperaturas máximas se lograrían el próximo 13 de agosto, día en el que hay, también, gran probabilidad de que se desaten los incendios.
Al respecto, la Junta de Castilla y León publicó, a las 7:00 de la noche (hora local) un informe en el que consignó 15 incendios de diferentes proporciones en su jurisdicción.
Las principales localidades afectadas corresponden a territorios de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Varias de estas quemas fueron extinguidas y algunas controladas como la de Ávila, que según Copernicus, es una de las que tiene mayor probabilidad de salirse de control.
Desolación en Turquía
En Turquía las llamas dejan a su paso un desastre sin precedentes. Solo en la primera semana de agosto se quemaron 160.000 hectáreas de bosque, que son cuatro veces más de lo que se consume en época de incendios por estos meses.
La situación es tan grave que la Unión Europea (UE) envió a la zona nueve aviones y cerca de 1.000 operarios para ayudar a sofocar las llamas en Turquía y los países cercanos.
En un comunicado oficial, Janez Lenarcic, comisario de Gestión de Crisis de la UE, aseguró que están “movilizando una de las operaciones de extinción de incendios más grandes de Europa, dado que distintos fuegos afectan a varios países simultáneamente. Esto muestra la necesidad de priorizar la respuesta a la crisis también a nivel europeo. La UE se solidariza plenamente con Grecia, Macedonia del Norte, Albania, Italia y Turquía, en este momento difícil”.
En Turquía, los incendios dejan ocho personas muertas y casi un centenar de heridos, según informaron las autoridades. Desde finales de julio pasado se registraron unos 200 incendios en diferentes provincias.
Sin embargo, desde la noche del domingo pasado, las lluvias han mitigado la expansión de las llamas y muchos de los incendios de las costas de Turquía se redujeron y algunos se apagaron.
Siberia, perdida en el humo
El desastre en Siberia (Rusia) es tan grande que se han quemado, durante los últimos dos meses, cerca de 3,4 millones de hectáreas de bosques, según constató la NASA.
Esta agencia informó también que el humo de estas quemas, la mayoría en zonas de muy difícil acceso para equipos de emergencia y sin población, llegó hasta el Polo Norte. Esto significa, según la NASA que las columnas de humo atravesaron 3.000 kilómetros. Esta es la primera vez en la historia que se documenta este fenómeno.
“La destrucción de la turba por el fuego es preocupante por muchas razones. A medida de que los incendios queman las capas superiores de turba (gruesa capa de restos de plantas muertas), la profundidad del permafrost (parte profunda del suelo de las regiones frías permanentemente helada) puede profundizarse, oxidando aún más la turba subyacente”, aseguró Dorothy Peteet, experta del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.
Con este panorama, que se repite en diversos lugares del planeta, la crisis climática se acentúa y llega a niveles antes nunca vistos. Esto, sin duda, necesitará del compromiso más decidido de los diferentes gobiernos para empezar a mitigar el problema y tratar de encontrar caminos que lleven a soluciones que se ven cada día más lejanas y cada vez más urgentes.