Un grupo de 42 de los más importantes investigadores del país, de diferentes universidades, enviaron una carta abierta al ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, pidiendo se actualicen los protocolos contra el COVID-19 en Colombia ya que en la reglamentación, que es de abril de 2020, se desconocen importantes hallazgos para prevenir los contagios como la contaminación por aerosoles, que es el principal mecanismo de transmisión.
En la misiva, los firmantes aseguran que “la evidencia en todos los aspectos relacionados con el COVID-19 se encuentra en permanente actualización y, a la luz de los conocimientos actuales, varias de las medidas de bioseguridad establecidas en ese documento ya no se recomiendan, mientras que otras centrales en el control de la transmisión están ausentes”.
El documento al que hacen referencia es la Resolución 666 de 2020, “Por la cual se adopta el protocolo general de bioseguridad para mitigar, controlar y realizar el adecuado manejo de la pandemia de Coronavirus (COVID-19)”. Para los investigadores, dicha resolución condensa los avances y el conocimiento que había en ese momento para prevenir la transmisión de la enfermedad y está lejos de lo que se ha descubierto, en diferentes investigaciones internacionales* sobre la forma en la que se contagian las personas y cómo prevenirla.
“Desde la academia y la sociedad civil hemos manifestado esta situación de manera continua y consistente desde hace algunos meses y hemos estado atentos a la actualización de la Resolución, documento que consideramos central, pues de él se desprenden regulaciones particulares en relación con protocolos de bioseguridad para poblaciones específicas. La reactivación económica avanza en Colombia, con el aumento de la presencialidad en los diferentes sectores laborales y la reapertura de las Instituciones Educativas, situación que amerita de manera urgente la actualización de esta Resolución”, aseguran en la carta.
Uno de los principales aspectos es el contagio por aerosoles, reconocido, apenas, esta primera semana de febrero de 2021 por la Organización Mundial de la Salud, y la principal causa, probada, de contagio del COVID-19.
Para los académicos, la Resolución 666 no considera en sus lineamientos y medidas de bioseguridad la evidencia de la transmisión del virus SARS-CoV-2 por el mecanismo de inhalación de aerosoles, el cual ha sido demostrado como su principal mecanismo de transmisión.
“Si bien es cierto que a la misma OMS le tomó mucho tiempo aceptar dicha evidencia y sólo hasta esta semana ha hecho declaraciones explícitas sobre la importancia de la transmisión por aerosoles, el Ministerio de Salud y Protección Social habría podido aplicar el principio de precaución y, a la luz de la evidencia disponible desde principios de 2020, reconocerla y hacerla explícita en la Resolución o en una actualización. Lamentablemente, no ha sido así”, dicen.
En la carta abierta al ministro Ruiz, los investigadores recalcan que los protocolos de bioseguridad vigentes no incluyen algunas de las medidas asociadas a dicho mecanismo y que resultan ser en la actualidad las medidas más efectivas en la reducción del riesgo de transmisión del virus. Entre estas medidas se encuentran el mejoramiento y aseguramiento de buena ventilación de espacios interiores con alta renovación de aire, el monitoreo de los niveles de CO2 como indicador de la calidad de dicha ventilación, y el uso de dispositivos de filtración de alta eficiencia para remoción de partículas potencialmente cargadas con copias virales, en el caso en que la ventilación sea insuficiente. Estas medidas, junto con otras ya contempladas en la Resolución como el distanciamiento físico, el uso de tapabocas, y el lavado de manos, constituyen las principales medidas preventivas del contagio.
“Con el paso de los meses, el cuerpo de evidencia sobre el mecanismo de transmisión por aerosoles se ha robustecido y un número creciente de países ha ido incorporando las medidas sugeridas. Sin embargo, en el contexto nacional las medidas de bioseguridad que preponderan en instituciones públicas y privadas, derivadas de la Resolución 666 vigente, son aquellas centradas en la desinfección de las superficies, las cuales no son realmente efectivas para reducir la transmisión, causan una falsa sensación de seguridad y generan costos innecesarios”.
Además, los investigadores se muestran preocupados porque afirman que el Ministerio de Salud, teniendo ya disponible la evidencia de la transmisión por aerosoles como principal mecanismo de transmisión y de las medidas de prevención acordes con este mecanismo, a la fecha no se haya actualizado el protocolo general de bioseguridad mediante una nueva resolución.
Los firmantes entregaron al ministro Ruiz una serie de medidas para actualizar el protocolo de bioseguirdad como:
– Recomendaciones para el mejoramiento y aseguramiento de buena ventilación de espacios interiores, para alcanzar una alta renovación de aire, con tasas iguales o superiores a 5 recambios de aire por hora.
– Recomendaciones para el monitoreo de los niveles de CO2 como indicador de la calidad de dicha ventilación, con monitores NDIR, y un nivel máximo de 700 ppm en ambientes interiores.
– Uso de dispositivos de filtración de alta eficiencia (HEPA) para remoción de partículas potencialmente cargadas con copias virales, en el caso en que la ventilación sea insuficiente, aclarando que no es recomendable utilizar purificadores con ozono, iones, peróxido de hidrógeno o similares.
Finalmente, los investigadores exhortaron a Ruiz para que “desde su cartera se lidere un proceso pedagógico altamente efectivo de estos nuevos componentes de los protocolos de bioseguridad, en especial entre los empresarios y rectores y administradores de istituciones educativas, para enfocar las acciones en los cuatro componentes prioritarios para el control de la pandemia:
- Mejoramiento y aseguramiento de la ventilación.
- Correcta selección y uso de tapabocas con buen ajuste.
- Distanciamiento físico mínimo de 2 metros.
- Lavado de manos frecuente.
*Algunas de las investigaciones internaciones que sustentan que la contaminación por aerosoles es la principal causa de contagio del COVID-19:
1 Lewis D. 2021. COVID-19 rarely infects through surfaces. So why are we still deep cleaning? Nature 590, 26–28
2 Morawska L, Cao J. 2020. Airborne transmission of SARS-CoV-2: The world should face the reality. Environment International 139:105730. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.envint.2020.105730
3 Morawska L, Milton DK. 2020. It Is Time to Address Airborne Transmission of Coronavirus Disease 2019 (COVID-19). Clinical infectious diseases : an official publication of the Infectious Diseases Society of America 71:2311–2313. https://doi.org/10.1093/cid/ciaa939
4 Morawska L, Tang JW, Bahnfleth W, et al. 2020. How can airborne transmission of COVID-19 indoors be minimised? Environment International 142:105832. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.envint.2020.105832
5 Nature Editorial. 2021. Update guidance on how coronavirus spreads. Nature 590, 7
6 Tang S, Mao Y, Jones RM, et al. 2020. Aerosol transmission of SARS-CoV-2? Evidence, prevention and control. Environment International 144:. https://doi.org/10.1016/j.envint.2020.106039
Los investigadores que firmaron la misiva, enviada el 6 de febrero de 2021, son:
Nodo de Salud Ambiental y Ocupacional de Colombia- Nodo SAO Colombia
Néstor Y. Rojas, Ph.D., Profesor Asociado, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
Laura Andrea Rodríguez Villamizar, Ph.D., Profesora Asociada, Universidad Industrial de Santander.
Luis Jorge Hernández F., Ph.D., Profesor Asociado, Universidad de los Andes.
Dayana Agudelo Castañeda, Ph.D. M.Sc. Profesor Universidad del Norte
Andrés Pavas, Ph.D., Profesor Asociado, Universidad Nacional de Colombia.
Omar Ramírez Hernández, Ph.D., Profesor Asistente, Universidad Militar Nueva Granada. Juan Felipe Mendez Espinosa, MSc., Docente, Universidad Nacional Abierta y a Distancia Silvana Zapata Bedoya, MSc. en Epidemiología. Consultora.
Andrea Ramirez MD, MPH, PhD. Profesora Asistente, Facultad de Medicina, Universidad de los Andes.
Daniel Ramírez Corrales, MSc. en Ingeniería. Consultor.
Milton Quintana Sosa M.Sc Director Unidad de Genética y Biología Unisimonbolivar Barranquilla.
Nelson F Mariño M.Sc. Ing. Industrial Gerente de Decisiones Logísticas.
Alejandro Avelino Bonilla, MD, Especialista en Epidemiología.
Ana Amaya, Ph.D.(C) en epidemiología, Docente Universidad Autónoma de Bucaramanga
Rafael Contreras R., Biólogo MSc en Ciencias Ambientales (investigación), Docente Universidad Autónoma de Occidente e Icesi.
Piedad Urdinola, Profesora Asociada. Departamento de Estadística, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá
Angel Polo Córdoba, , Ph.D., Profesor Asociado, Universidad Popular del Cesar
Ellie Anne López Barrera, Ph.D. Docente investigadora, Instituto de Estudios y Servicios Ambientales -IDEASA-, Universidad Sergio Arboleda, Bogotá
Alejandro Casallas García, Docente investigador, Ingeniería ambiental, Universidad Sergio Arboleda, Bogotá, Ph.D. fellowship, The Abdus Salam International Centre for Theoretical Physics (ICTP).
Ana Dorly Jaramillo S. Lic, en Biología y Química, Bióloga-Genética, MSc en Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Docente Universitaria, Directora de “Eventos Sostenibles”.
Lyda Espitia Pérez, Ph.D., Profesor Asistente, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad del Sinú, Montería.
Rodrigo Jiménez Pizarro, Ph.D., Profesor Asociado, Universidad Nacional de Colombia
Álvaro Javier Idrovo Velandia, Ph.D. Profesor Asociado, Universidad Industrial de Santander.
Oscar A. Fajardo, Ph.D., Profesor Asociado, Universidad Central.
Santiago Roldán Zuluaga, MBA Profesor Asistente, Universidad Autónoma de Occidente, Cali
Andrés López Astudillo Ph.D., profesor asistente, Universidad ICESI, Cali Carlos H. Fonseca, Ph.D., Corporación Simbiosis
Verónica Manzi Tarapués Ph. D. Profesora Facultad de Ingeniería, Programa de Ingeniería Ambiental, Universidad Autónoma de Occidente.
Miguel Quirama Aguilar, M.Sc. Docente investigador, Instituto de Estudios y Servicios Ambientales -IDEASA-, Universidad Sergio Arboleda, Bogotá
José Alejandro Murad Pedraza. Ph.D.(c) Facultad Medio Ambiente y Recursos Naturales – Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Lab Calidad del Aire.
Beatriz Helena Aristizabal Zuluaga. Profesora, investigadora. Departamento de Ingeniería Química, Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales.
Mery González Delgado- Docente -Fundación Universitaria del Área Andina- Posgrados salud -Red de conocimiento en seguridad del paciente , sede Bogotá.
Mario Andrés Hernández Pardo, Ph.D., Profesor Titular, Universidad EAN.
Juan Pablo Orjuela Mendoza, Ph.D. Investigador Asociado, Universidad de Oxford, Oxford, Reino Unido.
Rafael Tuesca Molina, PhD., Profesor, Investigador Grupo UNI Barranquilla de la Universidad del Norte – Departamento Académico de Salud Pública. Universidad del Norte, Barranquilla. Colombia
Carlos Mario González Duque. PhD. Investigador. Universidad Nacional de Colombia, Sede Manizales.
Carmen E. Moreno P., Vocera Veeduría Ciudadana de Enfermería Nacional
Miriam Gómez Marín. Investigadora calidad aire, Directora Grupo Grupo GHYGAM Politécnico ColombianoJIC. Medellín
Luis Carlos Belalcazar, PhD
Profesor Asociado, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
Gloria Lucia Camargo Millán, M.Sc.
Profesora Asociada. Directora Grupo de Investigación Geomática y Ambiente – GIGA. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia – UPTC. Tunja.
Carlos F. Pardo, New Urban Mobility Alliance (NUMO), Bogotá Dario Hidalgo, Ph.D., Consultor