Tal y como sucede cada año, las nubes de arena y polvo provenientes del norte de África afectarán la calidad del aire en diferentes ciudades colombianas. Este fenómeno, conocido popularmente como “las arenas del Sahara” se da porque los vientos desplazan, por más de 8.000 kilómetros, cerca 14 millones de toneladas de partículas que afectan la calidad del aire en Centroamérica, el Caribe y parte de América del Sur. Sin embargo, no es común que suceda en esta época del año.
Se espera que estas partículas lleguen a Suramérica entre los días finales de febrero y la primera semana de marzo. Ya en Europa, concretamente en Los Pirineos (Francia) y en las costas de Cataluña (España), el polvo sahariano afectó la calidad del aire y redujo la visibilidad causando inconvenientes en los desplazamientos aéreos y en zonas abiertas de la costa.
Algunos lugares nevados de esa cadena montañosa francesa se vieron afectados y cambiaron el tradicional color blanco por un tono marrón, debido a las arenas. Además, los tradicionales paisajes de cielos azules cambiaron para tornarse amarillos en esas regiones.
Según el Sistema de Alerta Temprana del Valle de Aburrá (SIATA), este evento de transporte trasatlántico de material particulado, que comenzó a mediados de febrero, puede afectar la calidad del aire en los próximos días en Medellín y su conurbación.
Desde esta entidad, también aseguraron que la calidad del aire en el país puede verse afectada al combinarse este fenómeno con el material particulado que generan las quemas de biomasa en diferentes zonas de la Amazonía y la Orinoquía, ya que entre finales de enero y mediados de febrero, son frecuentes estos incendios en estos lugares de Colombia, Venezuela y Brasil.
Pero, ¿por qué se da este fenómeno? Lo primero que hay que decir, según los científicos, es que esto no es nuevo. Sucede cada año en el comienzo del verano por la acción de los vientos alisios. Lo particular de este 2021 es que se presentó en el final del invierno del hemisferio norte.
Si bien estas partículas afectan la calidad del aire y, por ende, la salud de las personas; estas nubes de arena o polvo desértico aportan una buena cantidad de minerales, principalmente hierro y fósforo en los suelos de la Amazonía.
Según imágenes de Copernicus, tomadas del satélite en la noche de este miércoles 24 de febrero, se observa la columna de polvo del Sahara avanzando desde África, a través del Atlántico, con destino al norte de América del Sur, Centroamérica y el Caribe.
No es un fenómeno nuevo
Uno de los aspectos en los que coinciden los investigadores es que este no es un fenómeno nuevo y se viene presentando, con periodicidad, desde hace décadas.
El tiempo de viaje desde que se levanta el polvo en el norte de África y llega hasta Suramérica, Centro América y el Caribe puede ser de una semana. Según el artículo Intrusión del polvo sahariano en la atmósfera de Colombia, de los investigadores Belalcázar, Juan Felipe Méndez y Laura Catalina Pinto, publicado en la Revista Universidad de Medellín en 2017, “el polvo del Sahara puede ser levantado por convección en las zonas desérticas con mayor temperatura, lo cual lo puede hacer alcanzar alturas en el rango de 1,1 a 2,9 kilómetros; desde allí se puede transportar por las masas de aire alrededor del mundo.
Este transporte impacta positivamente los ecosistemas alrededor del mundo, pues este polvo contiene una gran cantidad de nutrientes para el suelo. En el caso de Colombia, la cuenca amazónica se ve impactada a nivel productivo y fértil pues la carga de fósforo que posee el polvo sahariano contribuye a los ciclos biogeoquímicos, específicamente en el crecimiento de los árboles endémicos del Amazonas”.
Además, los investigadores sostuvieron en la publicación, que, para el fenómeno en 2014, “los departamentos colombianos que presentaron mayor rango de intrusión de polvo (360-659 kilogramos por kilómetro cuadrado) en el día de estudio fueron el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, La Guajira, Atlántico, Bolívar, Sucre y Magdalena; mientras que los departamentos que presentaron menor rango de intrusión (menor a 90 kilogramos por kilómetro cuadrado) fueron Nariño, Amazonas, Chocó, Cauca, Putumayo y Valle del Cauca”.
El estudio también reveló que al analizar los datos medidos por las redes de calidad del aire de Bogotá y Medellín se observa con claridad que se presentó un episodio atípico de alta contaminación a finales de junio del 2014. “Un análisis estadístico indicó que las concentraciones de PM 10 medidas en Bogotá y Medellín coinciden en su comportamiento y, por tanto, están relacionadas. Tanto el análisis de la densidad másica de columna de polvo del proyecto Merra-2, como los resultados del modelo NMMB/BSC-Dust, y las simulaciones realizadas con Hysplit confirman que el episodio de alta contaminación se debió una intrusión atípica de polvo del Sahara en el aire ambiente de Colombia. Esta intrusión cubrió el 95% del territorio nacional, siendo la región Caribe la más afectada”.