No hay quinto malo, dicen por ahí. Pero en el caso de la biodiversidad no se cumple y, por el contrario, esta quinta tampoco fue la vencida. El Informe sobre las Metas de Aichi sobre Diversidad Biológica nos ponen en otra “década perdida” en torno a la protección de nuestros ecosistemas globales.
Así lo establece el documento dado a conocer por Naciones Unidas, que recopila los resultados logrados en los últimos 10 años dentro de las Metas de Aichi 2010-2020, en los que se advierte que 6 de las 20 objetivos se alcanzaron “parcialmente”.
El Quinto Informe reconoce avances en numerosas áreas, pero lanza un SOS global, porque la naturaleza está sufriendo severamente y su situación sigue empeorando y es urgente implementar no menos de ocho transformaciones sistémicas para garantizar el bienestar humano y proteger el planeta.
La secretaria general de la Conferencia sobre Diversidad Biológica (CDB), Elizabeth Maruma, aseguró de forma lacónica que el “informe demuestra que la humanidad se encuentra en una encrucijada con respecto del legado que desea dejar a las generaciones futuras. Están sucediendo muchas cosas buenas en todo el mundo y debemos celebrarlas y alentarlas. Sin embargo, la tasa de pérdida de biodiversidad no tiene precedentes en la historia de la humanidad y las presiones se están intensificando. Los sistemas vivos de la Tierra en su conjunto están comprometidos. Y cuanto más la humanidad explota la naturaleza en formas insostenibles, más socava su propio bienestar, seguridad y prosperidad”.
Hizo referencia, además, a los efectos de la pandemia del Covid 19 y manifestó que estamos ante un desafío de repensar nuestra relación con la naturaleza y considerar las profundas consecuencias para su propio bienestar y supervivencia que pueden resultar de la pérdida continua de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas.
“A medida que la naturaleza se degrada, surgen nuevas oportunidades para la propagación a humanos y animales de enfermedades devastadoras, como el coronavirus. Tenemos poco tiempo disponible, pero la pandemia también ha demostrado que las grandes transformaciones son posibles cuando nos vemos en la necesidad de realizarlas”, agregó Maruma.
Las decisiones y las acciones que tomemos ahora tendrán profundas consecuencias, para bien o para mal, en todas las especies, incluida la nuestra», dijo Mrema.
Cuáles son los resultados de Aichi
Respecto de las Metas de Aichi establecidas en 2010, el análisis hecho a partir de los informes nacionales a la CDB, y según los últimos hallazgos científicos, muestra que se han logrado siete de los 60 elementos que conforman las 20 metas y se muestra progreso en otros 38. En 13 de ellos, no se avanzó o se indicó un alejamiento del objetivo y se desconoce el nivel de avance en dos de los elementos.
El informe concluye que, en general, de los 20 objetivos, seis (9, 11, 16, 17, 19 y 20) se lograron parcialmente dentro del plazo de 2020.
Es necesario dejar claro que el informe considera como logradas parcialmente aquellas metas en las que se ha cumplido al menos un elemento. El reporte cita como ejemplo que se cumplieron los elementos de la Meta 11 sobre las proporciones de tierras y mares que debían ser protegidos, pero no los elementos relacionados con la calidad de las áreas protegidas.
Para la Meta 19, que corresponde al conocimiento sobre la biodiversidad, ésta ha mejorado, pero no se ha compartido ni aplicado ampliamente. En el caso la Meta 20, la asistencia oficial para el desarrollo se duplicó, pero los recursos no aumentaron en todas las fuentes.
Existe evidencia, por fortuna, de que las transiciones necesarias para proteger la biodiversidad ya han comenzado y que prácticamente todos los países están tomando medidas. Las tasas de deforestación continúan cayendo, la erradicación de especies exóticas invasoras de las islas está aumentando y la conciencia sobre la biodiversidad parece estar en crecimiento.
De ahí el llamado de la ONU para que las acciones que se han tomado se amplíen significativamente y dejen de estar impulsadas por proyectos y se conviertan en procesos sistémicos de largo plazo.
El Quinto Informe subraya la importancia de la biodiversidad para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en 2015 y el Acuerdo de París de 2016. Se espera, además, que tenga un impacto en el proceso que está en curso para crear las nuevas metas mundiales de biodiversidad 2021-2030, como parte del marco posterior a 2020 de la CDB. Ese marco, en negociación, se considerará en la 15a reunión de la Conferencia de las Partes (COP-15) del CDB, en Kunming, China, en 2021.
Cómo conservar la diversidad biológica: las ocho propuestas de la CDB
Las ocho transiciones que propone el Quinto Informe están enmarcadas en la necesidad de restaurar los ecosistemas de los que depende toda la actividad humana y la urgencia de reducir los impactos negativos de dichas actividades, diseñando nuevos procesos de transición en:
Transición de tierras y bosques
Conservar ecosistemas intactos, restaurar ecosistemas, combatir y revertir la degradación, y usar la planificación espacial a nivel de paisaje para evitar, reducir y mitigar el cambio de uso de la tierra.
Transición hacia la agricultura sostenible
Rediseñar los sistemas agrícolas mediante enfoques agroecológicos y otras innovaciones para mejorar la productividad y minimizar los impactos negativos sobre la biodiversidad.
Transición hacia sistemas alimentarios sostenibles
Facilitar dietas sostenibles y saludables con un mayor énfasis en la diversidad de alimentos, en su mayoría de origen vegetal, y un consumo más moderado de carne y pescado, así como disminuir drásticamente el desperdicio en las fases de suministro y consumo de alimentos.
Transición hacia pesquerías y océanos sostenibles
Proteger y restaurar los ecosistemas marinos y costeros, recuperar las pesquerías, la gestión de la acuicultura y otros usos de los océanos para garantizar la sostenibilidad y mejorar la seguridad alimentaria y los medios de vida.
Transición de las ciudades y la infraestructura
Desplegar “infraestructura verde” y hacer espacio para la naturaleza dentro de los paisajes urbanos para mejorar la salud y la calidad de vida de los ciudadanos, y reducir la huella ambiental de las ciudades y la infraestructura.
Transición del agua dulce sostenible
Promover un enfoque integrado que garantice los caudales de agua requeridos por la naturaleza y las personas, mejore la calidad del agua, proteja los hábitats críticos, controle las especies invasoras y salvaguarde la conectividad para permitir la recuperación de los sistemas de agua dulce desde las montañas hasta las costas.
Transición de acción climática sostenible
Impulsar las soluciones basadas en la naturaleza, junto con una rápida eliminación del uso de combustibles fósiles, para reducir la escala y los impactos del cambio climático, al tiempo que se proporcionen beneficios para la biodiversidad y otros Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Transición del enfoque en salud que incluya la biodiversidad
Gestionar los ecosistemas, incluidos los agrícolas y urbanos, así como el uso de la vida silvestre, a través de un enfoque integrado que promueva la salud de las personas y los ecosistemas.