Solo entre el primero de enero y el 15 de abril de 2020 se superó en un 136% la deforestación de todo 2019 en la Amazonía colombiana. Así lo muestra un estudio de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), sustentado en sistemas de monitoreo como MAAP (Monitoring of the Andean Amazon Proyect) y la Universidad de Maryland (Estados Unidos).
La cifra preocupa sobremanera si se tiene en cuenta que en todo 2019 la deforestación fue de 55.000 hectáreas en esta zona del país contra las 75.030 hectáreas devastadas hasta mediados de abril de 2020. Los datos fueron entregados por FCDS tras cotejar la información de Global Forest Watch, iniciativa de monitoreo satelital de cobertura boscosa en el mundo liderada por la Universidad de Maryland.
Si bien el Gobierno Nacional reveló, el pasado 9 de julio, los datos de deforestación para 2019, con una leve mejoría con respecto de 2018, las cifras, sin duda, se quedan cortas ante lo sucedido en estos primeros meses de 2020.
Según María Claudia García, ministra (e) de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en 2019 la deforestación en Colombia se redujo en 9,2%, con respecto a 2018. En la Amazonía, la reducción fue del 8% en ese mismo periodo. Al tiempo, ese fenómeno también se mermó al 7% del total nacional en los Parques Nacionales Naturales. “Los resultados obtenidos en 2019 evitaron la deforestación de 38.264 hectáreas de bosque en territorio nacional. A pesar de los resultados no se puede bajar la guardia frente a uno de los problemas más lamentables que tenemos en el país”, dijo.
En el caso de la Amazonía, según datos del Ideam, el pasar de representar un 70% de la deforestación del país, en 2018; a un 62%, en 2019; hizo que la región tuviera la mayor disminución de terreno deforestado. Así se salvaron unas 40.000 hectáreas de bosque en esta zona.
Para MAAP, los datos publicados para el 2019 revelan la deforestación de más 1,7 millones de hectáreas de bosque primario amazónico en el área de estudio y monitoreo del proyecto que abarca cinco países (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú).
Deforestación Amazonas 2020
Causas de la deforestación de la Selva Amazónica colombiana
La mayor parte de la deforestación de la Selva Amazónica del país se localiza en terrenos del Estado y se da por colonización no planeada y generalmente ilegal.
Según el documento, Análisis de los principales agentes y determinantes de la deforestación en Colombia (2011), elaborado por el Ideam, en el país diferentes entidades gubernamentales han intentado identificar los principales determinantes de la deforestación. La Política Nacional Ambiental señaló como principales causas la expansión de la frontera agrícola, actividades lícitas e ilícitas, así como la extracción de madera para satisfacer el consumo de leña y los incendios.
Ya en el documento, Visión Colombia 2019 (DNP 2007) se habían dado luces sobre el tema al atribuirles los procesos de deforestación a la expansión de la frontera agropecuaria y la colonización, incluidos los cultivos ilícitos, seguidos en importancia por la extracción de madera y los incendios forestales.
Además, se identificaron cuatro grandes grupos de agentes importantes para el análisis de los procesos de transformación de la cobertura boscosa a nivel nacional: Agricultores, Ganaderos, Empresas mineras y Actores armados.
“La dinámica es la misma. Y la gente, tradicionalmente para colonizar las tierras las ha quemado para hacerlas más rentables. Todavía hoy vale más un pedazo de tierra quemado y tumbado que un bosque. Ese es un problema grande que no se ha solucionado en el país”, dijo Dolors Armenteras Pascual, profesora PhD de la Universidad Nacional de Colombia y directora del Grupo de Investigación Ecolmod.
El país, históricamente se ha visto afectado por factores que han modificado los impactos causados por el ser humano en el ambiente biofísico, según Geist y Lambin (2001). Entre ellos:
•Consolidación de la tendencia de urbanización, impulsada por la creciente industrialización en las ciudades principales.
•Saturación de tierras de pequeños propietarios en la región Andina, con el subsecuente incremento en la migración a las zonas de frontera de los bosques de tierras bajas de la Amazonía y las faldas de los Andes.
•Desarrollo y aumento estable del crecimiento del narcotráfico que ha invadido progresivamente las fronteras agrícolas.
•Creciente conflicto armado reforzado por actividades económicas ilegales.
•Cambio paralelo y substancial en las políticas acerca del ambiente.
•Incursión progresiva en los mercados internacionales con una economía dictada cada vez más por el entorno macroeconómico global.
•Políticas proteccionistas parcializadas a un número limitado de productos agropecuarios.
•Ausencia de una política fiscal que promueva el uso eficiente de la tierra.
•Distribución desigual de la tenencia de la tierra.
•Problemas estructurales de movilidad social con efectos importantes en los mercados laborales.
El caso de Antioquia
Según datos de Corantioquia, la tasa de deforestación anual en el departamento en su jurisdicción ha sido de 7.051 hectáreas, entre 2010 y 2018. La mayor parte del suelo ha perdido su condición de bosque y solo se conservan bosques en pendientes altas, algunos asociados a corrientes y cuerpos de agua, en especial entre el Nudo de Paramillo y la serranía de San Lucas; y en algunas áreas protegidas.
Según la corporación, Antioquia está entre los departamentos con afectación mayor del 60% en áreas con suelos de clases II, III y IV, en suelos con vocación agrícola y ganadera; y en áreas con mayores índices de densidad poblacional.
En las zonas de conservación, la erosión afecta a más del 30% de las áreas de protección legal, cerca del 40% en las áreas prioritarias para la conservación y más del 70% de los suelos de clases II, III y IV; a más del 60% de las zonas de vocación productiva (agrícola, ganadera y forestal); a las áreas con mayor densidad de población cerca del 100%; al 20% de los territorios indígenas y al 60% de la reserva campesina.
“Desde Corantioquia asumimos como uno de los principales retos luchar contra la deforestación en nuestra jurisdicción. Tenemos especial atención en las zonas del Bajo Cauca y el Nordeste. En nuestro Plan de Acción Más Sostenibilidad Más Vida definimos una estrategia marco que se llama Bio Más, que busca, entre otras cosas, sembrar por lo menos 12 millones de árboles, cuidar esos bosques de nuestra jurisdicción. Podemos decir que tenemos más de 500 millones de árboles en los 80 municipios. Además, buscamos mejorar esas condiciones con actividades de restauración, conectar el territorio a partir de hilos de agua y conectar nuestros predios a partir de corredores ecosistémicos”, aseguró Ana Ligia Mora, directora de Corantioquia.
En lo que se refiere a la jurisdicción de Cornare, para 2018 hubo 883 hectáreas deforestadas en su jurisdicción contra las 1.043 hectáreas de 2017 que sufrieron deforestación. Y, según el Plan de Gestión 2020-2023, su programa de Deforestación Evitada, contribuye con la disminución de la tala de más de 405.937 árboles nativos en estado de sucesión, evitando el deterioro de 580 hectáreas de bosques nativos cada año.