El Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la Unesco designó la reserva de biósfera de Tribugá-Cupica-Baudó, en Chocó, como una de las 10 nuevas reservas del mundo, durante la reunión que se realizó entre el 12 y el 15 de junio en su sede central de París (Francia).
La designación de esta reserva biósfera en el Pacífico chocoano hace parte de otras nueve más que pasan a integrar la Red Mundial, que cuenta con 748 reservas en 134 países, incluyendo 23 reservas transfronterizas.
Las reservas de la biosfera son uno de los pilares del mandato de la Unesco como organismo de las Naciones Unidas para la ciencia.
Cada una de ellas promueve soluciones locales innovadoras, con el fin de conservar la biodiversidad, preservar los ecosistemas y hacer frente al cambio climático, mejorando al mismo tiempo los medios de subsistencia de la población, por ejemplo, a través del desarrollo de la agroecología, las fuentes de energía renovables y las industrias ecológicas.
Un territorio mágico
La reserva de biósfera de Tribugá-Cupica-Baudó está ubicada en la región biogeográfica del Chocó y es la primera reserva de la biosfera situada en la costa del Pacífico colombiano, uno de los dos grandes biomas, comunidades ecológicas de gran tamaño con vegetación y fauna características, que influyen en esta zona.
El otro bioma es el bosque húmedo tropical de la Serranía del Baudó. Este territorio contiene una gran variedad de paisajes (acantilados, estuarios, costas, golfos, ensenadas, bahías y zonas marinas) y ecosistemas (arrecifes, manglares, bosque tropical) ricos en biodiversidad.
El 71% de su extensión superficial es zona continental, correspondiente a los municipios de Nuquí y Bahía Solano y se extiende mar adentro por 12,5 millas náuticas.
Esta zona tiene una población de más de 18.000 habitantes, en su mayoría indígenas emberá y afrocolombianos. Sus principales actividades económicas son la agricultura de subsistencia, la pesca artesanal, la pesca tradicional y el aprovechamiento de los recursos, el comercio, el turismo de naturaleza y la artesanía, como la cerámica.
Los otros seleccionados
Este territorio en el Pacífico del Chocó es uno de los dos en América Latina seleccionados por la Unesco como reservas de biodiversidad. La otra es la del Bicentenario, ubicada en Ayacucho (Perú).
Las otras reservas designadas por la Unesco son Drömling, (Alemania), Selva Tropical Korup (Camerún), Bantimurung Bulusaraung – Ma’Rupanne (Indonesia), Transfronteriza del Monte Elgon (entre Kenia y Uganda), Onon-Balj (Mongolia)
Chitral Bashkar Garmchashma y Gallies (Pakistán) , Complejo de Áreas Protegidas del Noreste de la República Centroafricana y Rufiji-Mafia-Kibiti-Kilwa, (Tanzania).
¿Para qué se designan?
El objetivo principal de estas designaciones es la preservación de ecosistemas. Además, según la Unesco, “también contribuyen a alcanzar los objetivos fijados el pasado mes de diciembre en el marco del Convenio sobre el Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica”.
Estos objetivos contemplan la designación del 30% de la superficie terrestre como zonas protegidas y la restauración del 30% de los ecosistemas más degradados del planeta de aquí a 2030.