Conversaciones‌ ‌Climáticas:‌ ‌un‌ ‌espacio‌ ‌de‌ ‌ convergencia,‌ ‌al‌ ‌natural,‌ ‌que‌ ‌cumplió‌ ‌su‌ ‌primer‌ ‌año‌ ‌

Con Territorios Sostenibles llegó también el ciclo de foros Conversaciones Climáticas, que ya cumplió un año y es una apuesta para generar espacios de convergencia, cooperación y alineación de agendas desde la conversación y construcción global, nacional, regional y local en torno a soluciones que permitan acelerar la acción climática en los territorios. Aquí un recuento de las cuatro ediciones de este certamen.

ciclo de foros Conversaciones Climáticas

Paralela a la creación de Territorios Sostenibles, vio la luz el 24 de junio de 2020, y como una apuesta para generar espacios de convergencia, cooperación y alineación de agendas desde la conversación en torno a soluciones que permitan acelerar la acción climática en los territorios, inició la serie de foros Conversaciones Climáticas.

 

Para la primera edición y en la tónica trazada de contar con especialistas en los diferentes temas para propiciar espacios de discusión y análisis para evidenciar ejemplos de cómo es posible catalizar formas innovadoras de poner los servicios de los ecosistemas de capital natural a la orden del desarrollo sostenible y regenerativo, fueron invitados al primer foro distintos actores.

 

Entre los ponentes estuvieron Natalia Lever, directora Regional para América Latina de Climate Reality Project; Adriana Soto, exviceministra de Ambiente, Rodrigo Perpetuo, secretario Regional ICLEI-América del Sur; Ana María Osorio, representante Universidades Verdes del G8; Felipe Castro, director del Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina; Gloria Calderón, coordinadora del proyecto Moviendo la ECDBC hacia la implementación; Carolina Urrutia, secretaria Distrital de Ambiente de Bogotá; Ana María Hernández, presidenta del IPBES, Roberto Esmeral, viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio, Ministerio Ambiente y Desarrollo Sostenible y Eugenio Prieto Soto, director de Territorios Sostenibles, entre otros.

 

Las intervenciones de este foro virtual, llamado ‘Construyamos agendas comunes frente a la emergencia climática’, se dividieron en cuatro temáticas principales: ‘Cambio climático y contaminación atmosférica en el contexto de la emergencia climática’, ‘Declaratorias de emergencia climática y oportunidades para los territorios’, ‘Movilizadores de la acción climática’ y ‘Recuperación post COVID-19 desde la acción climática’.

 

“Para movilizarnos tenemos que enamorar a los no convencidos de la importancia del medio ambiente. Los ambientalistas no tenemos que estar convenciéndonos entre nosotros porque ya estamos convencidos. Lo importante es poder explicarles a otras personas las acciones que se deben tomar para poder mejorar entre todos”, aseguró Ana María Hernández, presidenta de IPBES.

 

En ese sentido, Ana María Osorio, representante Universidades Verdes del G8, dijo que hay que focalizar los esfuerzos como individuos y como organizaciones para cumplir las metas teniendo en cuenta las fortalezas y que los esfuerzos estén enfocados en las metas en las decisiones de sostenibilidad. “No hay lugar a puntos medios”.

 

Esta inauguración de Conversaciones Climáticas tuvo 18 especialistas en temas de sostenibilidad y medio ambiente y fue realizada por Territorios Sostenibles, en alianza con ICLEI-América del Sur/ ICLEI-Colombia y Low Carbon City.

 

Naturaleza y prosperidad

 

Para la segunda edición de Conversaciones Climáticas, realizada el 29 de julio de 2020, el tema tratado fue ‘Biodiversidad, capital natural y soluciones basadas en la naturaleza. Los invitados fueron Oliver Hillel, oficial de programas en la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU para el Medio Ambiente; Sophia Picarelli, gerente de Clima y Biodiversidad ICLEI; Mariana Sarmiento, CEO de Terrasos; Federico Botero Jaramillo, CEO de Ecoral; y Luis Fernando Malo, del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

 

Hillel aseguró en ese segundo foro que imperativo que se deje de consumir el capital natural de los ecosistemas ya que el 90% de la plata que se gasta hoy se hace en procesos que afectan la naturaleza. Además, sostuvo que la expansión urbana va a disminuir un 16% de las áreas críticas de conservación en los próximos 10 años.

 

En el foro, organizado por Low Carbon City con el apoyo de ICLEI América del Sur y Territorios Sostenibles, además, se mostraron ejemplos de cómo es posible catalizar formas innovadoras de poner los servicios de los ecosistemas de capital natural en la línea del desarrollo sostenible y regenerativo.

 

Por su parte, Rodrigo Perpetuo, secretario ejecutivo de ICLEI para América del Sur, comentó que se hace necesaria la cooperación para complementar las iniciativas en varios niveles de gobierno y que esto se promueva con instituciones como el World Wide Found (WWF), entre otras entidades.

 

Según Picarelli, la naturaleza es la base de todo ya que los desafíos globales afectan los territorios locales y si no se trabaja en ese campo se intensificarán los problemas. De ahí, aseguró, que es fundamental desarrollar estrategias como el proyecto Interact Bio que ejecutan desde ICLEI América del Sur en Brasil.

 

“Desde Brasil seguimos trabajando y compartiendo experiencias con otras ciudades. Ahora tenemos que mirar al futuro y elegir criterios de soluciones basadas en la naturaleza para el territorio. La idea del proyecto Interact Bio es que las regiones metropolitanas se basen en la biodiversidad y en los servicios ecosistémicos para su desarrollo. Hemos trabajado en simplificar el concepto de servicios ecosistémicos para que sea más fácil de aplicar en los gobiernos locales”, expresó Picarelli.

 

Naturaleza urbana

 

El 9 de septiembre de 2020 se realizó a tercera edición de esta serie de foros y se tituló ‘Naturaleza urbana para transitar hacia la sostenibilidad’. Las invitadas en esta oportunidad fueron Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad EAN y Ana Ligia Mora, directora de Corantioquia. Las intervenciones giraron en torno a ‘Naturaleza, innovación y emprendimiento sostenible’ y ‘Proceso de declaratoria como Área Protegida del Cerro Quitasol’, respectivamente.

 

Baptiste hizo énfasis  en que hay una cantidad de innovaciones que están emergiendo de las ciudades y que deben empoderar a los ciudadanos para afrontar el cambio climático.

 

“Todos los ecosistemas son complejos. No podemos, por pereza, dejar de pensar esa complejidad. Hay elementos de la infraestructura urbana que son muy difíciles de cambiar. La ciudad también va construyendo resiliencia ante los diferentes eventos. Todo eso se va incorporando en el aprendizaje de la comunidad y, de no ser por la forma en que están organizadas las ciudades y su comunicación, la pandemia yal vez hubiese tenido efectos más drásticos que los que se han vivido”, sostuvo Baptiste.

 

De otro lado, Ana Ligia Mora, directora de Corantioquia, aseguró que la declaratoria del Cerro Quitasol es muy importante en diferentes aspectos. Desde lo ambiental, porque de esta área se proveen servicios ambientales para diferentes municipios del Valle de Aburrá y del norte de Antioquia.

 

“Además, porque encontramos especies de fauna y flora endémicas. También se surten varios acueductos veredales y aún se cuenta en este cerro con elementos que denotan la presencia de comunidades indígenas que, además de poder ser un espacio para el aprendizaje y la cultura, puede considerarse la posibilidad de emprender un proceso de turismo de conservación que genera otras posibilidades desde la educación y la recreación”, comentó Mora.

 

Es tal la importancia de este territorio que en junio de 2021 se anunció una inversión de 725 millones de pesos para formular el Plan de Manejo Ambiental como área protegida del Cerro Quitasol

 

Del área protegida Quitasol – La Holanda hacen parte 17 veredas de 6 municipios: 4 del Valle de Aburrá (Bello, Barbosa, Copacabana y Girardota) y 2 de la subregión del Norte antioqueño (San Pedro de los Milagros y Donmatías).

 

Diálogo entre economía y ecología

 

La cuarta edición de Conversaciones Climáticas se efectuó el pasado 29 de junio y se tituló ‘La biodiversidad como fuente de oportunidades para Colombia’. Este certamen se realizó como conmemoración del primer año de Territorios Sostenibles y en alianza con ICLEI América del Sur/ICLEI Colombia.

 

Al foro, dividido en dos segmentos, fueron invitados Luis Gilberto Murillo, exministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible; Brigitte Baptiste, rectora Universidad EAN; Juan Camilo Villegas, profesor asociado de la Escuela de Medio Ambiente de la Universidad de Antioquia; Javier Parra Bedoya, director general de Cornare. Además, Ana María Hernández, presidenta del IPBES; Ana Ligia Mora, directora de Corantioquia; Gloria Londoño, representante de Corpourabá; y Hernando García, director del Instituto Humboldt.

 

En la primera parte, llamada ‘Diversidad biológica, del laboratorio al terreno’, el exministro Murillo aseguró que Colombia tiene muchos desafíos como la desigualdad, la exclusión, las migraciones y ahora el COVID-19. “Si bien el país ha venido trabajando. Hay un marco de políticas públicas e institucional muy importante. Los pueblos y las comunidades étnicas afrocolombianas, indígenas y campesinas prestan servicios medioambientales que son poco reconocidos. Hay una tarea enorme de equidad para con ellos. Se desconoce su aporte”.

 

De otro lado, el profesor Villegas expresó que la biodiversidad no solo es un número de especies, sino que hay otros aspectos como la biodiversidad cultural, que es un aspecto muy importante para tener en América Latina. “La pérdida de ecosistemas en Colombia se debe a varios factores. Entre 2001 y 2020 se perdieron 4,4 millones de hectáreas de bosques en Colombia. Las razones por las cuales esto se disparó son, entre otras, la minería y el conflicto armado. En Suramérica estamos perdiendo biodiversidad a la velocidad más alta. Pasamos de tener bosques maduros a ecosistemas degradados. En el siglo XXI se han perdido grandes extensiones de bosque en la región”.

 

Javier Parra Bedoya, director general de Cornare, afirmó que se deben desatar en el territorio acciones de conservación. “En la última década tomamos una decisión de ruptura. El Oriente antioqueño no va a crecer en áreas protegidas. Tenemos que desatar, de manera participativa, los planes de manejo que le dan los lineamientos para los cuales fueron creadas esas áreas protegidas”.

 

En el segundo panel, Ana María Hernández, presidenta de IPBES, dijo que el balance o desbalance de la relación del ser humano con su entorno viene con un precio: el crecimiento de lo urbano y de sus infraestructuras. “Estamos cambiando la faz del planeta y estamos viendo los altísimos impactos por la pérdida de la biodiversidad y las posibles consecuencias si no cambiamos la forma en que estamos haciendo las cosas”.

 

De otro lado, Hernando García, director del Instituto Humboldt, comentó que cuando observamos la forma en que hemos hecho las evaluaciones sobre la protección de la biodiversidad y los retos que tenemos en política pública, entendemos que hemos querido apagar un incendio con un cubo de agua. “Tenemos buenos indicadores en política pública y cumplimiento de metas globales sobre representatividad de ecosistemas, pero seguimos perdiendo biodiversidad, lo que significa que estamos ante una enfermedad”.

 

De esta manera se cerró la cuarta edición de Conversaciones Climáticas. El ciclo de foros seguirá durante el segundo semestre de 2021 y se espera que, en un futuro cercano, este espacio de aprendizaje y discusión se pueda realizar de manera presencial.

 

 

Rafael González Toro.
Rafael González Toro.

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