Con la estrategia ¡Paremos ya!, ejecutada por diferentes autoridades y liderada por Corantioquia, Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Terminales Medellín, se intensifican las acciones de educación ambiental y de control para generar mayor conciencia sobre la importancia que tienen los animales en los ecosistemas y evitar que sean extraídos de su hábitat y comercializados de manera ilegal.
Esta alianza, en la que participan, además, la Gobernación de Antioquia, la Policía Nacional, el Ejército Nacional y otras ocho autoridades ambientales del país, busca que en los días anteriores y durante la Semana Mayor no se comercialicen animales silvestres. En ese sentido, los controles comenzaron a realizarse en terminales de transporte.
“No olvidemos que al lugar que vayamos, ya sea de reflexión o de paseo familiar, no nos traigamos la fauna silvestre, sino que la dejemos en su hábitat natural. Vamos a estar en todas principales las vías de nuestra jurisdicción. Tenemos más de 70 actividades planeadas, no solo con funcionarios de nuestra corporación. Estamos articulados 10 autoridades ambientales del país”, dijo Liliana Taborda, subdirectora de Sostenibilidad y Gestión Territorial de Corantioquia.
En esta cruzada en pro de la fauna silvestre, Corantioquia, Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Terminales Medellín ratificaron su compromiso con el Memorando de Entendimiento, firmado a finales de 2020, para trabajar en la protección de la biodiversidad. Además, fortalecen esta unión otras autoridades ambientales como Cornare, Corpourabá, Corporación Autónoma Regional de Santander, Corpocaldas, Corporación Autónoma Regional de Risaralda, Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge, Codechochó y Corporación Autónoma Regional del Quindío.
Control a viajeros
Desde Terminales Medellín se informó que se hace un acompañamiento técnico con personal capacitado y especialista ambiental de la entidad a las inspecciones de control y vigilancia en articulación con Corantioquia. Además, se propician diferentes espacios, dirigidos a los transportadores, personal operativo y administrativo para sensibilizar en temas como el tráfico ilegal de flora y fauna silvestre.
“Es fundamental entender que las terminales son centro de llegada y salida de una gran cantidad de personas que se desplazan por los territorios. Es por eso que adquirimos el compromiso de que los conductores, funcionarios y despachadores se sensibilicen y se conviertan en pedagogos ambientales protegiendo y defendiendo que los animales silvestres se mantengan en sus hábitats y los animales domésticos sean tratados como seres sintientes y se les den las posibilidades de viajar en los transportes de manera adecuada”, expresó Carlos Mario Mejía Múnera, gerente de Terminales Medellín.
¿Por qué en Semana Santa?
Según las autoridades, la Semana Mayor es una época en la que aumenta el riesgo de tráfico de especies ya que en algunas regiones persiste esta actividad ilícita y el tránsito de turistas es aprovechado por los traficantes para ofrecer productos como huevos de tortuga e iguana, o animales vivos. Esta problemática se registra con mayor incidencia en las vías que comunican a Antioquia con el norte del país. Además, se hizo un llamado para que se conduzca de manera responsable para evitar atropellamientos de especies en las carreteras.
Según datos de Corantioquia, en 2020 ingresaron al Hogar de Paso de esa entidad, 1.312 individuos silvestres y al Centro de Atención y Valoración de Fauna silvestre (CAV), del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, unos 7.000 durante el mismo periodo. La mayoría de estos animales fueron víctimas del tráfico ilegal. Entre las especies más afectadas por el tráfico ilegal están loros, primates, perezosos, serpientes, tortugas e iguanas.
“En Semana Santa aumentan los viajes y algunas personas consideran que se puede retornar con especies de flora y fauna silvestres. Por eso generamos esta alianza para que este tráfico desaparezca del territorio porque generamos afectaciones al ecosistema y a las especies. Cuando hacemos las capturas o hay entregas voluntarias terminan estas especies el CAV. Tratamos de hacer procesos para que puedan retornar a sus hábitats, pero muchos no lo logran. En lo que va del año hemos atendido 1.300 animales en el CAV y unos 100 procesos de entregas voluntarias. Además, 40 procesos de captura por tenencia ilegal”, sostuvo Ana María Roldán Ortiz, subdirectora Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Un delito con penas duras
Según el Decreto 3678 de 2010 y la Ley 1333 de 2009, el tráfico de animales silvestres puede acarrear multas diarias hasta por 5.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes, cierre temporal o definitivo del establecimiento o edificación, o trabajo comunitario, según las condiciones que establezca la autoridad ambiental.
Además, se contemplan sanciones penales respaldadas por la Ley 1453 de 2011 en la que se disponen penas de prisión que oscilan entre 32 y 144 meses y multas entre 133,33 y 50.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
Las diferentes autoridades ambientales invitaron a la ciudadanía a denunciar ante la Policía Nacional o mediante los diferentes canales de información de Corantioquia o el Área Metropolitana del Valle de Aburrá cuando se observen situaciones de tráfico ilegal de fauna silvestre.